Aislado territorialmente a más de 65 kilómetros de la capital existe un pequeño enclave jurídicamente madrileño, pero rodeado totalmente por tierras castellanas. Es la Dehesa de la Cepeda, ocupa poco más de 12 kilómetros cuadrados y representa un caso similar al del burgalés Condado de Treviño.
Esta antigua zona de paso trashumante pertenece hoy en día al término municipal de Santa María de la Alameda, situado en el oeste de la Comunidad de Madrid, y ocupa -para complicar más el asunto- terreno de las provincias de Ávila y Segovia, lo que ha generado históricas disputas interprovinciales.
"Hasta el año 1833, la Dehesa pertenecía a Segovia, pero a partir de ahí, a tenor de la división territorial elaborada por Javier de Burgos, pasa a formar parte de Madrid", aclara José Ruiz Guirado, escritor y uno de los mejores conocedores de la historia de la zona.
La alcaldesa de Santa María de la Alameda, Begoña García Martín, coincide en su versión con la del escritor y ahonda en que en esa época, el pueblo también era una parte del territorio segoviano, aunque sin embargo reconoce que no es fácil comprender la historia de este particular enclave.
"Es bastante confuso, este municipio está muy diseminado tanto dentro como fuera del término municipal, es como una pequeña Galicia", explica García.
Una vez superada la división territorial, comenzaron las reclamaciones del territorio por parte de varios municipios, más concretamente "Cebreros (Ávila), Peguerinos (Segovia) o el propio Santa María de la Alameda (Madrid)", como señala Ruiz, quien revela a Efe que, según sus anotaciones, "actualmente la explotación del suelo la disfrutaría Peguerinos, mientras que la del vuelo sería para Santa María".
Más allá de los numerosos litigios y resoluciones judiciales que han rodeado a la Dehesa durante gran parte del siglo XX, la realidad es que forma parte de la Comunidad de Madrid y, como suscribe la alcaldesa, es dicha región la que actúa en caso de una emergencia en dicho enclave.
"El año pasado hubo un incendio y acudieron los bomberos de Madrid, vamos nosotros porque es nuestra competencia", reconoce García a colación de un tema que podría llegar a ser delicado -como ya ocurrió en Treviño-.
Además, la primer edil reconoce que si la emergencia fuera imposible de atajar con los medios disponibles o a tiempo, "se pediría colaboración a Castilla y León", región que acoge a la Dehesa.
Pese a lo extraordinario del lugar y sus particularidades, los vecinos consultados por Efe ven con normalidad que una parte de su municipio se encuentre a varios kilómetros y en otra comunidad autónoma.
"La historia realmente no se la puedo contar porque la desconozco", admite sincero Rafael, un vecino de la localidad que reconoce que tampoco le "ha preocupado mucho el tema" y escuda su posición indiferente en que la situación aislada del paraje "siempre ha sido así".
Define a la Dehesa de la Cepeda "como una isla en medio del mar" e indica que actualmente es propiedad de "dos o tres personas" que la dedican a la explotación ganadera, un uso que recuerda algo al que hace décadas le daban los pastores trashumantes de los que hablaba Ruiz.
Sin embargo, y pese al desconocimiento de muchos madrileños, la alcaldesa de Santa María de la Alameda destaca el alto valor medioambiental y natural de un enclave digno de visita para locales y visitantes.
"Es una zona maravillosa", resume la edil, quien subraya -como su vecino Rafael- que en el pueblo la Dehesa de la Cepeda "no se tiene en consideración como algo peculiar", aunque realmente lo sea.