Cartel con la imagen de la mujer asesinada colocado en su domicilio de Fuenlabrada | TELEMADRID
(Actualizado

La Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada (ACUMAFU) ha asegurado que el caso del crimen de la vecina de 84 años en 2019, Mercedes Villén, a manos de R.Z.F. se ha cerrado "en falso" al considerar que el condenado ha admitido que habría tenido un cómplice, con una segunda muestra de ADN de la que se "desentendió claramente la Justicia".

"Nos queda la amargura de una justicia ciega con los más desamparados y vulnerables, dejando una sensación de impotencia de impotencia", han señalado desde el colectivo.

Según ha manifestado la asociación, en el crimen habrían participado más personas del "entorno" del autor confeso del crimen, pero recuerdan que el "juez estimó suficiente practicarle las pruebas solo" a R.Z.F. "a pesar de los recursos de la acusación particular".

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La familia de la víctima ha trasladado al colectivo su "indignación" al saber que "el otro asesino sigue haciendo vida normal, riéndose en la cara de todos", agregan.

La Audiencia considera probado que, el 21 de mayo de 2019, R.Z.S. acudió al domicilio de Mercedes Villén, de quien era amigo y de quien sabía que guardaba joyas y una importante cantidad de dinero en su vivienda.

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"Violencia desmedida"

Tras una discusión, aquel día Mercedes dejó pasar al hombre a su vivienda y una vez dentro, éste, "actuando con la intención de obtener un lucro ilícito y esgrimiendo un cuchillo, le exigió que le entregara el dinero y las joyas".

Tras la negativa de ésta, el individuo pinchó a la mujer dos veces en el "abdomen", heridas de poca profundidad. Cuando ésta intentó zafarse de su agresor, hubo un forcejeo y el condenado les realizó "múltiples cortes, uno en la espalda y numerosos en ambos brazos, causándole heridas".

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Tras el forcejeo, dice la sentencia, "el acusado, actuando con la intención de acabar con la vida de Mercedes y poder sustraer los efectos de valor, le clavó el cuchillo hasta en siete ocasiones, una en la región torácica izquierda, otra en zona subclavicular izquierda, otra en el lateral del hombro, dos más bajo el mentón y dos en el cuello, una de las cuales penetró 45 mm seccionándole la vena yugular", lo que le produjo un shock hipovolémico que le causó la muerte.

La sentencia recoge que el agresor provocó en la víctima "un sufrimiento innecesario al ser objeto de una violencia desmedida y gratuita al asestarle múltiples puñaladas y cortes por todo el cuerpo". Tras cometer el crimen, registró la casa y sustrajo unos 7.000 euros en dinero y joyas.