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Agentes de la Policía Nacional han procedido a la desarticulación de una peligrosa banda de origen chino especializada en extorsionar y agredir a compatriotas por importantes sumas de dinero para cobrar deudas, ha informado la Jefatura Superior de la Policía en Madrid en una nota de prensa.

Además, los cuatro detenidos también eran contratados por terceras personas para el cobro de deudas económicas a cambio de quedarse con un porcentaje de la misma. Por todo ello, se les imputan varios delitos de robo con violencia, extorsión, receptación y un delito de pertenencia a organización criminal. El juez ha decretado el ingreso en prisión provisional de uno de los cuatro detenidos.

Las investigaciones se iniciaron en el mes de marzo a raíz de una denuncia interpuesta. En ella, la víctima de origen chino manifestaba estar siendo objeto de una extorsión por parte de compatriotas, llegando éstos a amenazarle, incluso con su muerte y la de su familia, si no entregaba la suma de 5.000 euros en el plazo de tres días.

Tras realizar varias gestiones los agentes identificaron a Cong W. como el autor de las amenazas y principal líder del grupo criminal. Este individuo era el encargado de captar a sus víctimas, normalmente escogía a ciudadanos con altos recursos económicos, en la mayoría de los casos se trataba de comerciantes y empresarios.

Además algunos eran conocidos por la organización, una de las agraviadas regentaba un establecimiento de alimentos y había trabajado en el pasado con uno de los detenidos.

VIOLENCIA PARA COBRAR DEUDAS

Avanzada la investigación descubrieron que la banda estaba especializada en el cobro violento de deudas y trabajaba en ocasiones para terceros a cambio de un elevado porcentaje de la misma.

Para conseguir sus objetivos no dudaban en utilizar la violencia llegando a agredir físicamente a las víctimas para amedrentarles y lograr vencer su resistencia inicial. Además acosaban a los afectados con llamadas diarias exigiéndoles el pago de cantidades elevadas de dinero, amenazándoles incluso con causarles la muerte mediante arma de fuego.

Tras establecerse un dispositivo policial que duró varios días los agentes consiguieron detener a cuatro personas, entre ellas el cabecilla de la organización, en los alrededores de sus domicilios. Hasta el momento los investigadores han contabilizado un total de seis víctimas de este grupo criminal.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.