Agentes de la Guardia Civil destinados en el Servicio para la Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Madrid, han detenido a siete personas implicadas en una trama de falsificación de documentos relacionados con la importación de perros procedentes de Hungría. Las detenciones han sido posibles gracias a las informaciones recibidas en el mes de noviembre de 2010, que comunicaron sus sospechas sobre la situación de irregularidad de algunos cachorros vendidos en tiendas de mascotas.
Según los afectados, los animales no estaban correctamente desparasitados y al reclamar no habían recibido los pertinentes tratamientos veterinarios. Con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, los Agentes del SEPRONA inspeccionaron varias tiendas en las que se comprobaron diversas deficiencias en el estado sanitario de los animales y en la documentación necesaria para la apertura y funcionamiento de este tipo de negocios.
DOCUMENTACIONES SANITARIAS
En uno de los comercios se hallaron numerosas documentaciones sanitarias no cumplimentadas de animales y sellos veterinarios, que hicieron sospechar a los Agentes de la Guardia Civil de que los investigados estaban realizando algún tipo de fraude o falsificación. Estos indicios motivaron la apertura de la operación 'Pulgas', cuya primera fase consistió en la acumulación de pruebas y en localización de personas supuestamente afectadas.
Tras citar algunos clientes de las tiendas, que aportaron voluntariamente la documentación de sus canes, el SEPRONA comprobó que en todas ellas existían errores similares en la información reseñada, afianzándose la hipótesis de la falsificación. Las fases posteriores de la operación sirvieron para averiguar el método y el alcance de los delitos investigados: dos personas, marido y esposa, propietarios de dos tiendas de animales, importaban perros de raza desde Hungría, que traían en una furgoneta no adaptada sin ningún tipo de cuidados.
Una vez en España, una veterinaria contratada al efecto sustituía la documentación húngara por cartillas sanitarias de la Comunidad de Madrid, que rellenaban con datos nuevos. Tras vender los perros de raza, con toda su documentación supuestamente en regla, los detenidos ofrecían a los clientes la posibilidad de que el animal obtuviera un pedigrí acreditado, previo pago de 100 euros. Para ello, inscribían a los animales en una asociación canina, siendo necesario inventarse el nombre de los padres.
En el transcurso de las investigaciones, la Guardia Civil ha podido constatar que las trabajadoras de los comercios también realizaban las funciones propias de un veterinario, como la aplicación de medicamentos y vacunas, justificando esta actividad bajo la excusa de que sabían mucho de perros. Por ello, los Agentes del SEPRONA detuvieron a los siete encartados, a quienes se les incautaron dos sellos veterinarios fraudulentos, 25 cartillas falsificadas debidamente cumplimentadas y documentación variada sobre pedigríes e inscripciones, todas ellas falsificadas.
DELITOS
Individualmente se les imputan los delitos de falsificación de documento oficial, intrusismo y estafa. Paralelamente, la operación 'Pulgas' ha permitido descubrir una vivienda particular utilizada como centro de venta y clínica veterinaria, a cuya regente se ha imputado un delito de falsificación de documento e intrusismo veterinario.
Los 32 perros que se encontraban en ese momento en el domicilio han sido intervenidos por el Servicio de Agricultura de la Comunidad de Madrid.