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La Policía ha detenido a once personas, miembros de una red internacional de trata de seres humanos que captaba personas, sobre todo subsaharianos, para obligarles a vivir en pisos "patera", en condiciones infrahumanas, y explotarles laboralmente.

Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía, entre los once arrestados en Madrid se encuentran los tres líderes de la organización, encargados de captar a los subsaharianos principalmente en Senegal y de trasladarles a España con la promesa de un trabajo digno y bien remunerado.

Los inmigrantes debían saldar una deuda de 3.000 euros con la organización vendiendo productos falsificados en la vía pública, tales como imitaciones de prendas de vestir y perfumes de marcas conocidas, y también copias "pirata" de CD y DVD de música y de películas de estreno.

La operación, llevada a cabo conjuntamente por la Policía Nacional y la Policía Municipal de Madrid, comenzó a primeros de año, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que existía una vivienda en el barrio madrileño de Carabanchel donde residían muchas personas en condiciones infrahumanas e insalubres y completamente hacinadas.

La Policía comprobó que todos los inquilinos del piso eran de origen subsahariano y que se encontraban en España en situación irregular, ya que tramitaban sus permisos de residencia presentando el certificado de empadronamiento en la vivienda y pagando por ello unos 200 euros mensuales al propietario, Tanor M.M., uno de los cabecillas de la organización.

Los agentes constataron que Tanor captaba a las víctimas principalmente en Senegal y que después les traía a España con la promesa de un trabajo digno y bien remunerado, a cambio de lo cual los inmigrantes contraían con la organización una deuda de hasta 3.000 euros que les obligaba a vivir en condiciones de semiesclavitud, según la Policía.

Estas personas tenían que trabajar en la calle durante muchas horas, vendiendo productos falsificados, sin contrato laboral y por una remuneración "irrisoria", mientras eran controlados por los otros dos líderes de la red, Ibrahima D. y Ndongo D., que obtenían el beneficio económico de la venta.

La Policía constató que la red operaba en España, Grecia, China y en varios países africanos, desde donde otros miembros se encargaban de suministrar la mercancía falsificada a través de empresas de mensajería y, posteriormente, recibían el beneficio económico mediante empresas de envío de dinero.

Para todas esas gestiones utilizaban códigos en clave y nombres ficticios en documentos falsos.

Una vez analizada la información recopilada, y con la preceptiva autorización judicial, los agentes realizaron doce entradas y registros en diversos domicilios, establecimientos comerciales y almacenes.

La operación permitió incautar 2.480 imitaciones de prendas y complementos de ropa de reconocido prestigio, 3.553 CD y DVD "piratas", 15.900 euros en efectivo, diversa documentación falsa y 72 sobres monodosis de "Kamagra", un medicamento ilegal en la Unión Europea.

Asimismo, fueron detenidas once personas, presuntos autores de diversos actos delictivos como trata de seres humanos con fines de explotación laboral, inmigración ilegal, falsificación documental, delitos contra la propiedad industrial e intelectual, contra la salud pública y asociación ilícita.

Entre los arrestados se encuentran los tres líderes de la organización así como José Luis L. F. y Diagne M, encargados del suministro de la mercancía textil y los soportes digitales, respectivamente.

La investigación fue llevada a cabo por el Grupo VIII de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Madrid, el grupo XXIII de la Brigada de Policía Judicial, UIP y Centauros de la Brigada de Seguridad Ciudadana, la Brigada Provincial de Policía Científica y la Comisaría de Torrejón de Ardoz.

Además intervinieron el grupo II de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y las unidades UCI, UCS y UID Carabanchel de Policía Municipal de Madrid.