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La Guardia Civil ha desarticulado una banda afincada en Madrid, Navarra y Badajoz que vendía en España vehículos robados en países europeos, que se saldó con cuatro detenidos a quienes les fueron intervenidos 17 coches de alta gama sustraídos, valorados en unos 650.000 euros.

El grupo estaba formado por cuatro varones españoles a quienes se les imputan delitos de robo de vehículos, apropiación indebida, receptación, falsedad documental, estafa y pertenencia a grupo criminal organizado y que tras ser puestos a disposición judicial han quedado en libertad pendientes de la tramitación del correspondiente procedimiento judicial.

La operación sigue abierta por lo que no se descartan nuevas actuaciones, informa la Guardia Civil.

Los miembros del grupo utilizaban un entramado empresarial y las haciendas de Navarra y País Vasco para evitar ser detectados. La investigación se inició a finales del pasado año al detectarse en distintas estaciones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) irregularidades en las matriculaciones de vehículos procedentes de países europeos.

Los agentes examinaron las documentaciones de los turismos que habían pasado la ITV en Madrid y comprobaron que algunos tenían vigentes señalamientos de sustracción en diversos países.

De forma simultánea agentes de Navarra tuvieron conocimiento a través de la Jefatura Provincial de Tráfico de que una empresa con sede en Pamplona podría estar matriculando coches procedentes de países de la Unión Europea de forma irregular, y con las informaciones obtenidas se inició una operación conjunta denominada Mayna.

Una vez que se realizó un exhaustivo análisis de más de mil expedientes, con la correspondiente autorización judicial se realizaron varias entradas y registros en las sedes de empresas ubicadas en Badajoz y Navarra, que dieron como resultado la localización de 17 vehículos sustraídos.