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La Policía Nacional ha desmantelado en el centro de Madrid un casino clandestino en el que se desarrollaban diariamente partidas de póquer, y ha identificado a cerca de 100 personas que participaban en un torneo cuando intervinieron los agentes.

Según ha informado hoy la Dirección General del cuerpo, el casino, ubicado en la calle Menéndez Pelayo, operaba sin ningún tipo de autorización administrativa de la Comunidad de Madrid y estaba registrado como club de fumadores, escuela de póquer y de deportes mentales.

Cada día se desarrollaban en el local partidas de póquer en las modalidades de torneos y "cash", lo que requería una inscripción previa de 50 euros.

Las investigaciones comenzaron tras las denuncias de empresas de juego autorizadas y de particulares, que señalaron un sótano de un edificio de la citada calle, lo que fue notificado a las autoridades de la Comunidad de Madrid, que solicitó al juez un auto de entrada en el inmueble.

Durante las indagaciones previas los agentes comprobaron que el acceso al lugar estaba muy controlado, que los jugadores necesitaban una invitación previa y que eran recibidos a su llegada por un empleado que hacía las veces de portero.

Así, los jugadores debían franquear dos puertas de seguridad con sistema de esclusa y departamento estanco, a lo que se sumaba un circuito de televisión y grabación en los accesos y estancias de juego.

Ya en el interior del local los agentes constataron que su distribución era muy similar a un casino legal, con dos salas de juego -una principal en la que había instaladas ocho mesas de póquer de círculo y otra VIP con dos mesas de póquer de círculo "cash"- y un servicio de hostelería.

Cuando los agentes irrumpieron en el establecimiento se estaba celebrando un torneo de póquer de círculo denominado "deep stack", que requería una inscripción previa con un coste de 50 euros.

Los agentes suspendieron las partidas e identificaron a cerca de 100 personas entre participantes, croupiers y otras que realizaban distintas labores en el local, además de incautarse del dinero de la inscripción y de las apuestas y del material del juego, como barajas fichas de distintos valores, maletines completos de póquer, tapetes, y contadores de tiempo.

Recuerda la Policía que las importantes transacciones económicas que se producen con estas partidas permiten a los organizadores obtener grandes beneficios por los que no tributan.

Y añade que están dirigidas por un grupo organizado que se encarga de captar clientes en los locales de juego legales, a quienes invitan a jugar torneos donde es habitual la presencia de jugadores "profesionales" que actúan con el objetivo de "desplumar" al invitado.

La investigación ha sido desarrollada por agentes del Servicio de Control de Juegos de Azar de la Comisaría General de Policía Judicial y por funcionarios de la Dirección General de Tributos y Ordenación y Gestión del Juego de la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid.