Desmantelado el parque de Manzanares para devolvérselo a la duquesa del Infantado

El Ayuntamiento de Manzanares El Real ha acabado el desmontaje de los juegos infantiles que instaló en el parque Duque del Infantado, de uso público durante 50 años y que va a recuperar la duquesa y escritora Almudena de Arteaga tras cristalizar la demanda de desahucio que interpuso contra el consistorio.

Los operarios se afanaban en desarmar y retirar el castillo de plástico y otros juegos que instaló la corporación local en el parque para uso y disfrute de los niños de este pueblo de la sierra madrileña de algo más de 9.000 habitantes.

Dos pequeños carteles en la puerta de entrada, clausurada para el público desde esta semana, anuncian el destino de este recinto verde: Cerrado por traslado.

Más de 250 personas se concentraron en Manzanares El Real para pedir a la duquesa y escritora Almudena de Arteaga que reconsidere su decisión de recuperar el parque infantil que su abuelo cedió al municipio; y para reclamar al Ayuntamiento de Manzanares, gobernado por el PSOE en minoría, "más transparencia en su comunicación con la población", tras criticar que se enteraran un día antes "de forma inesperada" de su cierre.

"Si la cesión concluyó en 2015, han pasado nueve años en los que (desde el ayuntamiento) han podido generar un plan alternativo antes de que Almudena de Arteaga presentara la demanda de desahucio", señalaban las familias que convocaron la concentración en un manifiesto, en el que se quejan también de que la "falta de previsión" del consistorio les ha dejado ahora "sin alternativa y eso tiene consecuencias" en los menores.

Si el cierre de este parque es definitivo, según estas familias, se trataría de una lamentable pérdida para todos.

"Para el ayuntamiento porque pierde el único parque infantil que reúne las condiciones suficientes para satisfacer las necesidades de los vecinos, dado que el resto de parques del pueblo, además de estar alejados del centro del municipio, o están pendientes de desmantelar (Prado Puente) o tienen las instalaciones viejas (parque junto al arroyo Cortecero) o tienen dimensiones insuficientes para acoger a más de 10 niños (parques frente a la ferretería o junto a la hípica)", apuntaba el comunicado.

Todo esto ha ocurrido después de la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre la propietaria de la finca (de casi 3.000 metros cuadrados) y el ayuntamiento, que quiso expropiársela.

La propuesta del equipo de Gobierno que dirige el socialista José Luis Labrador pasa por "trasladar" el parque a un antiguo vivero que "carece de superficie arbolada suficiente" y era utilizado hasta ahora como aparcamiento y recinto ferial, pero en el que aún no se ha movido ni una piedra.