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El 2 de mayo y en la calle del mismo nombre de Alcobendas (Madrid) Mouniz Ayad mató a su ex pareja y al hijo de ésta, de 12 años, y después huyó. Pero no fue muy lejos, porque hoy una pareja de agentes de la Policía, fuera de servicio, le han localizado sentado en un banco, como si les estuviera esperando.

Apenas a 13 kilómetros del lugar del crimen. Se le veía tranquilo, han relatado esta tarde Alberto, de 41 años, y Lorena, de 36, los dos agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional que, de paisano, paseaban por el parque Agustín Rodríguez Sahagún, en el distrito madrileño de Tetuán, a las 10.30 horas.

Quizá por deformación profesional, los dos policías se han dado cuenta enseguida de que podría tratarse del hombre de origen marroquí al que se buscaba por doble asesinato: el de su ex pareja Raquel, de 44 años, y el del hijo de ésta, de 12, cuyos cadáveres fueron hallados el pasado 2 de mayo con varias heridas de arma blanca y con mucha sangre a su alrededor.

La presencia de Mouniz Ayad ha levantado sus sospechas y los agentes han consultado con la sala del 091 para confirmar que se trataba de la misma persona, se acercaron a él, se identificaron como policías con su placa y le arrestaron sin que opusiera resistencia ni intentara huir.

Alberto y Lorena llevan una década en el cuerpo y no es la primera vez que detienen a un supuesto asesino. Pero la intervención de hoy fuera de servicio les ha producido una gran satisfacción porque el presunto autor de las dos muertes ya no está en la calle.

"Nunca hay paseos tranquilos", ha manifestado ante las cámaras esta pareja de policías, dos patrulleros a los que esta misma tarde recibe la cúpula del cuerpo en la Dirección General para felicitarles por esta intervención. Buscado por violencia de género, Mouniz Ayad contaba ya con antecedentes por robo con violencia y homicidio en grado de tentativa, aunque no por maltrato, y en las próximas horas pasará a disposición judicial.

El suceso tuvo lugar en una vivienda del número 12 de la calle Dos de Mayo de Alcobendas y fue un familiar del presunto homicida quien alertó sobre las 10.30 horas de ese día al 112 de lo sucedido en el interior del piso.

Hasta allí se dirigió la Policía Nacional y los servicios médicos de la Comunidad de Madrid (Summa), cuyos sanitarios sólo pudieron confirmar el fallecimiento de madre e hijo, que presentaban varias heridas de arma blanca y habían perdido mucha sangre. A las autoridades policiales no les constaba que hubiese dictada ninguna orden de alejamiento ni que la mujer hubiese denunciado previamente a su pareja.

Tanto la mujer como el niño, que no era hijo del presunto homicida, eran de nacionalidad española. En concreto, la mujer era natural de Eibar (Gipuzkoa).