Detenido en Madrid a uno de 'Los 10 más buscados' en España por un asesinato cometido en México
El fugitivo, en connivencia con otra persona, cometió presuntamente un asesinato en la Ciudad de México en el año 2012 por el cual le solicitaban una pena máxima de 35 años
Introdujeron el cuerpo sin vida de la víctima en un bidón de combustible que rellenaron de cemento
REDACCIÓN
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un fugitivo por un delito de asesinato cometido en México que estaba incluido por España en la lista de Los 10 más buscados y en la Europe's Most Wanted Fugitives de Europol. Le constaba en vigor una reclamación judicial, y estaba considerado de máximo interés por las autoridades mexicanas.
El prófugo era buscado por su presunta participación en un homicidio que tuvo lugar en Ciudad de México el año 2012. El ahora arrestado, junto a otra persona agredió con un instrumento cortante a la víctima, produciéndole lesiones en el cuello y traumatismo cervical y torácico.
Posteriormente, introdujeron el cuerpo sin vida de la víctima en un bidón de combustible que rellenaron de cemento y ocultaron en la bodega del domicilio donde ocurrieron los hechos. Por el crimen las autoridades mexicanas le solicitaban una pena de hasta 35 años.
La investigación se inició en el año 2020, por parte de la Sección de Localización de Fugitivos, tras recibir petición de colaboración de las autoridades policiales y judiciales mexicanas para su localización y detención para extradición.
A lo largo de los últimos años, las gestiones llevadas a cabo para la localización del fugitivo se centraron en su entorno familiar y en sus amistades, realizando los investigadores desplazamientos e indagaciones por todo el territorio nacional, contando con la colaboración de diferentes cuerpos policiales nacionales e internacionales, como la NCA o la Red Enfast.
El fugitivo fue incluido en las listas de la campaña de colaboración ciudadana Los 10 más buscados, así como en la Europe´s Most Wanted Fugitives de Europol, para poder abrir nuevas vías de investigación, así como restringir sus posibilidades de huída y movimiento al poder ser reconocido.
El prófugo llevaba oculto tres años, residiendo en varias localizaciones del territorio nacional, cambiando cada pocos meses de domicilio y viviendo de manera clandestina con la ayuda de familiares y amigos. Para evadir su identificación, cambió de manera radical su aspecto físico, dificultando su reconocimiento.
La presión mediática y policial a la que se veía sometido e hizo presentarse en dependencias policiales donde fue arrestado por los agentes y posteriormente puesto a disposición judicial.