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La Policía Nacional ha detenido en Madrid a un hombre que se hacía pasar por yihadista para extorsionar a empresarios, a los que amenazaba con incendiar sus negocios, asesinarles a ellos o a sus familias o secuestrar y violar a sus hijas si no accedían a ingresar dinero en su cuenta. Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía, para dar más credibilidad a las amenazas previamente obtenía información de los empresarios a través de las redes sociales y llegaba a hacer vigilancias y seguimientos a los miembros de su entorno familiar.

Se trata de un español de 43 años que cuenta con varios antecedentes policiales y de hecho tenía en vigor cuatro órdenes de ingreso en prisión de juzgados diferentes. La investigación se inició tras distintas denuncias por extorsiones telefónicas, en las que un hombre que se identificaba como miembro de Al Qaeda y empleaba algunas frases en árabe pedía diferentes cantidades de dinero a empresarios, en general unos 2.000 aunque la cifra dependía del volumen de negocio de la víctima.

En la llamada le decía al empresario que incendiaría la sede de su negocio, acabaría con su vida y con la de sus hijos o incluso secuestraría y violaría a las mujeres de la familia. Las frases en árabe eran las que suelen utilizar los terroristas yihadistas, como "Alá es grande", han precisado fuentes policiales.

A la vez aportaba datos muy precisos sobre su vida personal y profesional, como el número de hijos, actividades cotidianas de la familia, trabajadores de la empresa o sede del negocio, y hacía que se escuchase el sonido de una pistola para atemorizar más a la víctima.

El dinero que exigía debía ser ingresado en determinadas cuentas bancarias asociadas a tarjetas de prepago extranjeras.

La investigación determinó que antes de realizar las extorsiones, sometía a sus víctimas a vigilancias y seguimientos y llevaba a cabo un análisis exhaustivo de la información que existía sobre los empresarios en las redes sociales.

Por todo ello las llamadas adquirían total credibilidad para sus víctimas, que evitaban denunciar los hechos por las amenazas que recibían.

Recientemente los agentes localizaron y detuvieron al presunto extorsionador y el juez decretó su ingreso en prisión. La investigación continúa abierta para analizar las tarjetas prepago incautadas, ya que no se descarta localizar a otras víctimas que no se hubieran atrevido a denunciar los hechos.

Ante la posibilidad de que otros grupos u organizaciones criminales puedan cometer extorsiones por el mismo procedimiento, la Policía recomienda denunciar siempre que se sea víctima.