Detenidos en Madrid los dos hermanos venezolanos buscados por acoso sexual y pornografía infantil
Reclamados por Venezuela, habían sido localizados en Valdebebas
Se les atribuyen los delitos de exhibición de pornografía de niños y adolescentes, asociación ilícita, acoso y promoción o incitación al odio
REDACCION
Dos hermanos venezolanos buscados por acoso sexual en su país han sido detenidos en Madrid. Se trata Rebeca y Francisco García, y han sido identificados y localizados en Valdebebas, días después de que la Fiscalía de Venezuela informase de que había solicitado su extradición.
Según informó la Policía este martes, el hombre y la mujer detenidos se enfrentan a una pena de 15 y 30 años de prisión, respectivamente.
Se les atribuyen los delitos de exhibición de pornografía de niños y adolescentes, asociación ilícita y acoso.
También se les acusa de promoción o incitación al odio, con gran repercusión social en su país.
El arresto se produjo después de que, el pasado 11 de mayo, la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía tuvo conocimiento de la presencia en España de los dos hermanos, los cuales pudieron haber cometido varios delitos en Venezuela.
menazas de muerte
Tras identificarlos plenamente se comprobó que carecían de reclamación para su detención tanto a nivel nacional como internacional, por lo que se solicitó a las autoridades venezolanas si existía algún interés sobre ellos.
Dado que habrían cometido delitos que habían causado gran alarma social, tanto en Venezuela como entre la comunidad venezolana que reside en España, emitieron de manera urgente la correspondiente solicitud de orden internacional de detención sobre los mismos, activada este martes.
Según los hechos denunciados, el varón ahora detenido habría difundido sin consentimiento fotografías de niños, niñas y adolescentes, con connotación sexual explicita e implícita, publicando las capturas de pantallas en múltiples cuentas que posee a su nombre en redes sociales.
Además, actuaría con la complicidad de su hermana, dedicándose además a perseguir, acosar y hostigar a varias víctimas valiéndose de plataformas de mensajería instantánea, redes sociales y llamadas telefónicas.
Llegaron a acceder sin el consentimiento de las victimas a sus domicilios y lugares de trabajo, donde llegaron a proferir amenazas de muerte.
