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(Actualizado

La Policía Nacional ha detenido a cinco personas acusadas de defraudar más de 70.000 euros con tarjetas de crédito que robaban en buzones de domicilios, en los que sustraían otros documentos para poder suplantar la identidad de la víctimas.

Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, la investigación comenzó el pasado mes de abril tras varias denuncias en las que las víctimas explicaban que les habían sustraído dinero con tarjetas de crédito que estaban a su nombre pero que no habían solicitado. estafa

Los ladrones habrían obtenido estas tarjetas tras robarlas de los buzones de los domicilios de las víctimas, la mayoría de ellos ubicados en el barrio madrileño de San Blas.

La investigación determinó que los autores del delito primero sustraían correspondencia de los buzones de las viviendas para obtener información de posibles víctimas, como los números de cuentas bancarias, tarjetas de crédito, teléfono o declaraciones de la renta.

A continuación suplantaban la identidad de las víctimas y se ponían en contacto telefónico con sus entidades bancarias para solicitar una nueva tarjeta de crédito, alegando que habían perdido la anterior.

Los ahora arrestados elaboraban auténticos "informes" para poder contestar a las preguntas que le hacían los bancos, ha precisado la Policía.

La entidad emisora enviaba entonces una nueva tarjeta que igualmente era sustraída del buzón y se utilizaba para realizar reintegros y extracciones de efectivo.

En algunas ocasiones, antes de que el titular de la tarjeta detectara los movimientos ilícitos, los arrestados llegaban a llamar nuevamente a las entidades para ampliar el límite de la misma.

Finalmente los agentes identificaron, localizaron y detuvieron a los cinco presuntos estafadores.El cabecilla del grupo era Alberto M.A., quien se encargaba de acceder a los portales de las viviendas y, mediante un utensilio alargado, extraía la correspondencia del buzón.

Junto a él iba Francisco Javier N.M., para asegurarse de que no eran descubiertos.Los otros tres integrantes de la banda eran los encargados de hacer los reintegros o comprar con las tarjetas falsas.

La Policía encontró en el domicilio del cabecilla numerosos informes de personas en los que se reflejaban todos sus datos personales.

En algunos de ellos, en los que debían ampliar mas información de la que disponían, figuraba el epígrafe "investigar" junto al nombre.

Los agentes también intervinieron más de 50 juegos de llaves identificados con la calle y el número del portal al que pertenecían, que habían robado en bolsos en los que había documentación de la víctima. Hasta el momento se han esclarecido 22 hechos delictivos, aunque la investigación sigue abierta.