Detienen a los propietarios de la residencia de mayores Arzobispo Morcillo de Soto del Real por la muerte de una anciana
La residencia de había sido cerrada hace una semana tras una denuncia de la Fiscalía
EFE
Los dueños de la residencia de mayores Arzobispo Morcillo, de Soto del Real han sido detenidos por la Guardia Civil, por la muerte de una anciana de 101 años por desnutrición y deshidratación.
La residencia fue cerrada hace una semana tras presentar la Fiscalía una denuncia. En ella se apreciaba peligro para los residentes.
Los propietarios de la residencia Arzobispo Morcillo han sido detenidos por ser presuntamente responsables de la muerte de una de las residentes, una mujer de 101 años que falleció el pasado 7 de julio en el hospital madrileño La Paz por deshidratación y desnutrición.
Además de un delito de homicidio imprudente, los arrestados están acusados de un delito de lesiones y otro contra la salud pública.
Un sobrino de la anciana fallecida interpuso la denuncia
El caso saltó a la luz por la denuncia de uno de los sobrinos de la fallecida, quien estaba convencido de que la muerte de su tía estaba relacionada con el vejatorio trato que recibía en dicha residencia. Concretamente, les acusó de no suministrar la medicación adecuada a su tía que había sido prescrita en el hospital La Paz, donde había sido ingresada y dada de alta en varias ocasiones anteriores.
La Comunidad de Madrid decidió cerrar durante un año esta residencia de gestión privada, tras comprobar que el centro no estaba garantizando la adecuada atención médica, ni los cuidados básicos a los usuarios, ni la alimentación necesaria.
Tras la denuncia de la Fiscalía, el 12 de julio se hizo efectivo el cierre de la residencia y la Fiscalía solicitó además a la Guardia Civil un atestado. Fruto de la investigación ha sido cuando los agentes han decidido detener al responsable del centro junto a su hermano, que también era propietario.La Fiscalía precisó en su momento que en la sala donde se guardaban los medicamentos no funcionaba la nevera donde deben conservarse aquellos que deben estar a baja temperatura, de modo que se había roto la cadena de frío en casos como la insulina.
También detectaron "bastante suciedad, falta de higiene, comida en dudoso estado de conservación, así como otra habitación que, a modo de almacén, servía para acumular cajas llenas de medicamentos".Había riesgo de incendio al no funcionar las mangueras, y el cuarto de calderas tenía una fuga de agua.Además de decretar el cierre, la Comunidad de Madrid impuso una sanción a los propietarios de 127.000 euros.El pasado mes de febrero ya había impuesto una sanción de 24.204 euros a la residencia por falta de mantenimiento y limpieza y por tener menús que no habían sido supervisados por personal cualificado.