El Juzgado de lo Social número 33 de Madrid ha decretado que un repartidor de Glovo despedido operaba como falso autónomo para la plataforma y que en realidad existía una "relación contractual" con esta empresa. Es la primera sentencia en Madrid que considera que los repartidores de Glovo son falsos autónomos. Algunos 'ryders' confían en que esto les ayude a ganar otros pleitos que tienen pendientes, otros temen que pueda afectar negativamente a su empleo.
Una sentencia que marca un hito según los abogados, al aceptar que la relación de trabajo de los repartidores es laboral.
Glovo defiende la legalidad de su negocio, discrepa de la sentencia y anuncia que recurrirá el fallo. "Superamos una inspección de trabajo en Barcelona que validó, mediante un extenso informe, nuestro modelo de negocio. Es más, dicho informe fue confirmado como hecho probado por un Juez de Madrid en una Sentencia en enero de 2019", ha manifestado la compañía en un comunicado.
Tras esta sentencia- que se une a otras ganadas fuera de nuestras fronteras, UGT llevará a cabo una acción colectiva para que Audiencia Nacional y tribunal sienten jurisprudencia.