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El Rey Juan Carlos ha aprovechado la inauguración de la restauración de la Torre de los Lujanes, ubicada en el edificio civil más antiguo de Madrid, sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, para mostrar su apoyo a este institución y lamentar que sus actividades tengan poco eco público.

Don Juan Carlos ha presidido el acto de inauguración de la rehabilitada torre de la llamada Casa de los Lujanes, en la que el Ministerio de Educación y Cultura ha invertido 305.000 euros para consolidar una estructura que estaba seriamente deteriorada y dar a sus tres plantas nuevo uso como biblioteca y espacio de reuniones.

El objetivo de esta intervención era resolver deterioros e insuficiencias que sufría esta construcción, como grietas, humedades, desprendimiento de elementos, entre otros aspectos, que comprometían la seguridad de los viandantes.

Ha sido una ceremonia muy sencilla, en la que el Rey Juan Carlos ha saludado a los académicos y ha descubierto una placa conmemorativa para después reunirse con todos ellos, encabezados por su presidente, Marcelino Oreja, quien le contado la historia de la Torre y las vicisitudes para lograr su completa restauración.

En algunos momentos de la exposición del presidente, don Juan Carlos ha tomado también la palabra para dejarles claro que pueden contar con su "apoyo", y también con el de su hijo, el Rey Felipe VI.

Oreja le ha explicado que la Real Academia tiene "mucha vida", como prueba el ciclo de seis conferencias sobre "la cuestión catalana" que durante los meses de octubre y noviembre están impartiendo relevantes juristas y constitucionalistas.

Entonces su interlocutor le ha hecho notar que la prensa "no se hace mucho eco" de estas actividades, y le ha explicado que siempre que ha podido ha defendido ante los medios de comunicación la necesidad de respaldar a las reales academias, para proponer la celebración de actividades conjuntas por parte de estas entidades.

Marcelino Oreja ha recogido la propuesta y ha coincidido en que sería conveniente, a través del Instituto de España, organizar este tipo de convocatorias.

La presencia de don Juan Carlos en la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas ha sido considerada por su presidente "el remate más hermoso" al proceso que ha culminado con la recuperación arquitectónica de la Torre de los Lujanes.

Marcelino Oreja ha hecho hincapié en el empeño del subsecretario del ministerio de Educación y Cultura, Fernando Benzo, presente en la inauguración, para ayudar a esta restauración, que declinaron sufragar varias empresas y fundaciones.

UN TORRE DEL SIGLO XV

Han sido muchas las ocasiones en las que el Rey Juan Carlos ha visitado la Casa de los Lujanes para presidir actos académicos, pero también para inaugurar otras partes del edificio, considerado el más antiguo de carácter civil de la capital y sometido en los años 90 a complejos trabajos de consolidación y recuperación.

La Torre de los Lujanes, de estilo mudéjar, data de finales del siglo XV, y corona una construcción que debe su nombre a que fue adquirida por Pedro de Luján, cuya familia la utilizó como residencia, aunque con el correr del tiempo llegó a ser casa de vecinos y, finalmente, sede de una de las ocho reales academias.

Tiene una leyenda, ya que se cuenta que el rey Francisco I de Francia residió en ella antes de ser encerrado en Alcázar, durante su cautiverio tras ser apresado en la Batalla de Pavía de 1525.

Como uno de los edificios más altos de Madrid que fue, en la torre estuvo ubicado un telégrafo óptico, aunque, tal y como ha recordado Oreja a don Juan Carlos, estuvo amenazada de derribo en varias ocasiones, a finales del siglo XIX e incluso en el siglo XX.

Le debe su nombre a Pedro de Luján, el camarero del rey, uno de los hombres más poderosos de la corte, que la compró en 1450 por 181.000 maravedíes. Durante mucho tiempo fue el edificio más alto de la capital, por eso albergó el telégrafo óptico de la línea Madrid Aranjuez, ahora recupera su señoría para convertirse en un referente cultural.

A la inauguración han asistido una parte de los académicos que integran la institución, como su vicepresidente, Juan Velarde, los exministros Rodolfo Martín Villa y Fernando Suárez, el expresidente del Congreso Landelino Lavilla, los catedráticos Ramón Tamames y Andrés Ollero, o el exbanquero José Ángel Sánchez Aisaín, entre otros.