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Agentes de la Policía Nacional fuera de servicio han detenido 'in fraganti' a dos personas cuando se disponían a cometer una estafa por el método del tocomocho en el barrio de El Carrascal de la localidad madrileña de Leganés, ha informado este jueves la comisaría local en una nota de prensa.Los presuntos autores --un hombre y una mujer-- fueron sorprendidos por los policías, que se percataron de sus intenciones cuando hablaban con un anciano, a quien ya habían convencido para subirse a un vehículo y dirigirse a cobrar cupones supuestamente premiados con 35.000 euros.Una conversación alertó a los agentes, que escucharon cómo estas dos personas conversaban con un varón de edad que estaba sentado en un banco y le ofrecían un supuesto premio que tenían que cobrar, por lo que decidieron observar sus movimientos discretamente sin ser vistos.

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En un momento dado, esta persona de edad se dispuso a caminar junto al hombre y la mujer y, cuando se estaba introduciendo en un vehículo, los agentes decidieron intervenir identificándose como funcionarios policiales.

EL TIMO DEL TOCOMOCHO

El timo del tocomocho es una modalidad de estafa en la cual la víctima es abordada por una persona que le indica que tiene un décimo de lotería premiado y que, por alguna causa, no puede cobrarlo personalmente.El estafador ofrece a la víctima venderle el boleto por menos dinero del premiado, por cantidades que suelen rondar entre los 1.000 o 3.000 euros, aunque en ocasiones pueden llegar a cifras más altas.

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Para dar mayor credibilidad al timo aparece un segundo estafador (gancho), que suele afirmar la autenticidad del premio, exhibiendo un listado de boletos premiados, o realizar la consulta con una tercera persona vía telefónica. En algunas ocasiones, incluso, aparece un tercer implicado (segundo gancho) el cual se interesa por el boleto premiado.Ante esta situación, la víctima --que suele ser una persona de edad no acompañada-- accede al trato y para comprar el boleto extrae el dinero solicitado de su entidad bancaria o, en ocasiones, sube a su domicilio a por dinero en efectivo o joyas.Una vez consiguen el dinero de la víctima, a la que generalmente los estafadores le acompañan en un vehículo, le solicitan que se baje del mismo con cualquier pretexto, momento que aprovechan para abandonar el lugar con su dinero. Cuando la víctima acude posteriormente a la administración de lotería para cobrar los boletos premiados comprueba que éstos son falsos.