El Ayuntamiento de Madrid regulará los tuk tuk

Tras el anuncio del Ayuntamiento de Madrid de revocar la autorización para los 6.000 patinetes de alquiler de tres empresas (Dott, Lime y Tier Mobility) que podían circular por sus calles al considerar que no se está cumpliendo con las condiciones acordadas, principalmente en materia de seguridad, llega ahora el turno de los tuk tuk.

El alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, ha anunciado que ordenará y regulará la actividades de los vehículos turísticos tuk tuk a través de un marco normativo que sea "adecuado".

"El fenómeno de los tuk tuk nos preocupa, y de hecho también la semana pasada le pedí a la concejala delegada de Turismo, a Almudena Maíllo, que determinara cuál es la situación, cuál es el marco normativo concreto bajo el que se amparan los tuk tuk para poder tomar decisiones al respecto", ha dado a conocer el alcalde.

Así, al margen de su papel turístico, Martínez-Almeida ha señalado que estos vehículos están utilizando el estacionamiento que no le corresponde en las calles de la ciudad y que no se trata de una forma de transporte.

Estos vehículos habitualmente se utilizan para llevar a turistas por las zonas del centro de la capital, visitando los puntos más emblemáticos, y son típicos en algunas ciudades como Lisboa.

En España, además del medio centenar de tuk tuk que circulan actualmente por Madrid, operan en otras ciudades como Barcelona, Toledo o La Coruña.

No obstante, Almeida aseguró que al Consistorio le "preocupa" porque, "al margen de que tienen un aprovechamiento turístico", están "utilizando estacionamientos en calle" y no son "una forma de transporte por las calles de Madrid".

Partidarios de una regulación

El Palacio Real es la zona cero de los tuk tuk en Madrid, aunque desde hace siete años se han convertido en una presencia constante en prácticamente todas las zonas turísticas de la ciudad.

Funcionan como moto eléctrica, pero no cuentan con licencia de servicio público a pesar de tener matrícula azul, por lo que los propietarios de estos vehículos afirman que son partidarios de una regulación que evite el intrusismo y acabe con el vacío legal en el que trabajan.