El Monte de El Pardo... ¿Parque Nacional?
Grupos vecinales y ecologistas critican la propuesta de Más Madrid de abrir este enclave al público
Patrimonio Nacional advierte de la fragilidad del monte y del riesgo para la biodiversidad
El Monte de El Pardo, gestionado por Patrimonio Nacional, supone la cuarta parte de todo el término municipal de Madrid. Casi 16.000 hectáreas de las que la mayor extensión, más de 15.000, no son accesibles al público y constituyen uno de los mejores ejemplos de monte mediterráneo a las puertas de una gran capital de Europa.
Ahora la propuesta de Más Madrid de convertir este en el segundo Parque Nacional ha provocado asombro e incluso criticas entre movimientos vecinales y asociaciones ecologistas.
La formación que lidera Rita Maestre en el Ayuntamiento y Mónica García en la Asamblea de Madrid propone la apertura a la ciudadanía del recinto hasta ahora vedado. Hablan de "coto cerrado" o de "disfrute de unos pocos privilegiados".
Maestre habla de mejorar la "protección y la transparencia" y el biólogo y diputado regional de la misma formación Alejandro Sánchez recordaba hace poco que ya en 1981 Fernando González Bernáldez, primer catedrático de Ecología de Madrid, propuso esta figura para El Pardo.
"Masificación turística"
Sin embargo, Ecologistas en Acción Madrid y la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) cuestionan la declaración de Parque Nacional para el Monte de El Pardo y solicitan que se estudien otras figuras más adecuadas para garantizar su integridad ecológica.
Sugieren ambas entidades la inclusión del monte en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y aseguran que la ciudad de Madrid podría unirse con la Sierra de Guadarrama a través de un pasillo de biodiversidad de gran calidad.
El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares es, además, Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO y el Monte de El Pardo está catalogado a su vez como zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) en la Red Natura 2000 de la Unión Europea desde 2014.
Creen que convertir El Pardo en Parque Nacional abierto entraña varios peligros. "La masificación turística combinada con la extrema cercanía del espacio natural al núcleo urbano de una ciudad tan poblada como Madrid puede poner en riesgo la integridad ecológica de uno de los ecosistemas más importantes de la región", explican en una nota.
La asociación ecologista recuerda que el aislamiento y la vigilancia en el Monte de El Pardo han permitido su conservación y que este área brinde a la capital los servicios ecosistémicos que actualmente aporta a la capital.
Creen que el acceso público, siempre restringido y limitado a visitas guiadas, puede ser compatible. Y ponen como ejemplo el Sitio Natural de Interés Nacional del Hayedo de Montejo, en la Comunidad de Madrid.
Mejorar la conservación
Las 900 hectáreas abiertas al público creen que merecen más atención y cuidado por parte de los gestores de Patrimonio Nacional. Citan el Plan de Protección Medioambiental del Monte de El Pardo aprobado en 1997 en el que se regulan los diferentes usos y recuerdan la conveniencia de establecer el centro de recepción e información de visitantes que recoge el propio plan aprobado hace casi 30 años.
Alfonso Huidobro, ingeniero técnico forestal de Patrimonio Nacional, explicó al programa Cámara Real de Telemadrid que las áreas restringidas del Monte de El Pardo "dan cumplimiento a las funciones de la Jefatura del Estado".
"Es un monte extremadamente delicado, próximo a la ciudad y con múltiples peligros", advierte el ingeniero.
Sobre la riqueza de la fauna de este enclave no hay duda ni discrepancia. Ángel Muñoz, jefe del Departamento de Jardines y Montes de Patrimonio Nacional, cita las 15 parejas de águila imperial que están asentadas aquí.
"Ni un solo tiro"
La ausencia de visitantes, la "tranquilidad" a la que se refiere Muñoz, han conseguido que estas parejas criadoras ayuden a repoblar otros parques naturales de España.
Y no sólo águilas. Cigüeñas negras, nutrias, buitres negros o galápagos europeos se suman a la lista de especies sin olvidar los jabalíes o gamos que campan a sus anchas y son observables desde el otro lado de los 90 kilómetros de vallado que cercan el monte.
Sobre las alusiones a "coto cerrado", Jaime García, guarda mayor de El Pardo, asegura que desde 1975 "no se ha pegado ni un tiro".
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}