El grupo parlamentario del PP ha anunciado que se abstendrá este jueves en el pleno de la Asamblea de Madrid en la proposición de Ley presentada por Vox para la bonificación del Impuesto de Sucesiones entre tíos y sobrinos, una medida que fue propuesta por Isabel Díaz Ayuso en su campaña electoral de 2019.
En la iniciativa presentada por la formación de Rocío Monasterio se contempla que las herencias en este grado de parentesco estén exentas de tributación al 99 %, que para los populares es "exagerada".
En la actualidad, la Comunidad de Madrid tiene bonificado hasta el 99 % de la cuota tributaria correspondiente de este impuesto para los Grupos I y II (descendientes, cónyuges y hermanos) y, con entre un 10 % y un 15 % los del Grupo III (tíos y sobrinos), tanto para las adquisiciones 'mortis causa' como 'inter vivos'.
Así lo ha expresado el diputado Álvaro Ballarín, quien ha apuntado que el Presupuesto de la región fue aprobado el pasado diciembre y, realizar esta bonificación, crearía “un agujero en las arcas” que “no se podría financiar”, a lo que ha avanzado que en el próximo Pleno, el 2 de junio, harán su propia propuesta: "Ampliar la bonificación del 10 al 20 por ciento de tíos a sobrinos y del 15 al 25 por ciento para hermanos".
“El sello de bajar impuestos, equilibrar el presupuesto y mejorar los servicios públicos es el sello del PP y de Isabel Díaz Ayuso”, ha defendido el popular, a lo que ha advertido a Vox que “no se trata de hacer carreras” ni “confundirse de adversario”, que es la izquierda.
Además, ha pedido a Vox que “no se equivoque” porque el “adversario fiscal” es el Gobierno de Pedro Sánchez y ha apuntado que comparten la "concepción” en la bajada de impuestos pero ha criticado que Vox haya tomado esta iniciativa sin establecer un diálogo con el grupo popular.
“Si hubiéramos hablado habríamos llegado a un acuerdo juntos. Por ello, trabajemos en esa línea”, ha dicho, tendiendo la mano a la formación de Rocío Monasterio.
Durante la presentación de la proposición de Ley, la diputada de Vox Ana Cuartero ha calificado este tributo de "profundamente injusto y altamente confiscatorio" por lo que defienden su eliminación y, mientras no sea posible, su bonificación.
"No es justo que lo que se gana trabajando se utilice por los diferentes gobiernos para alimentar sus chiringuitos", ha expresado Cuartero, que ha reprochado al PP que deje pasar tres años hasta la próxima campaña electoral para ofrecer un aumento de la deducción del 10 al 20 %, mientras Vox propone que se bonifique hasta el 99 % entre hermanos y de tíos a sobrinos.
Vox ha rechazado el argumento del PP de que se vaya a producir un "desequilibrio presupuestario", ya que el aumento por la subida de impuestos y de los precios llevará a la Comunidad de Madrid a recibir más transferencias, por lo que si no reducen los impuestos "es porque están pensando en aumentar el gasto".
LA IZQUIERDA CRITCA ESTA SUBVENCIÓN
El diputado de Más Madrid Eduardo Gutiérrez ha ironizado con que el consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, es un “mago” que es capaz de hacer chiscar los dedos y “automáticamente rebaja los impuestos y se produce un aumento de la recaudación”, y ha propuesto poner un mínimo exento en este impuesto de sucesiones del grupo I y el grupo II de 300.000 euros para que ninguna herencia superior a ese importe se viese beneficiada.
Desde la bancada socialista, el diputado Fernando Fernández ha tildado esta propuesta de “elitista” y dirigida a buscar el beneficio de los que más tienen y ha dicho que espera que el PP no apoye esta proposición porque minora los ingresos regionales en más de 200 millones de euros y el impuesto ya está bonificado al 99 por ciento entre familiares directos.
Se trata, a su juicio, de una propuesta sesgada y alejada del planteamiento actual de reforma fiscal integral que demanda la sociedad.
Desde Unidas Podemos, la diputada Vanesa Lillo ha cifrado en 2.700 millones de euros los ingresos que deja de recibir la Comunidad de Madrid por el impuesto de sucesiones y donaciones, lo que supone anualmente el 13 % del presupuesto regional.
Lillo ha criticado que el Gobierno de Ayuso anuncie una bonificación del 10 al 20 %, que tendrá un coste de 30 millones de euros más de pérdida de recaudación, mientras pide al Ejecutivo central 1.000 millones de euros para ayudar a hacer frente a pagos extraordinarios sobrevenidos como los de la factura de la luz en el Metro de Madrid o la ayuda para los refugiados ucranianos.
Unidas Podemos considera que este tributo es necesario para contribuir a financiar el estado de bienestar, al tiempo que apuestan que debe ser "armonizado y dotado de mayor progresividad".