Gustavo D. O., acusado del crimen de su pareja en un piso de Puente de Vallecas en el transcurso de un rito esotérico en el que le clavó un destornillador en un ojo, ha narrado en el juicio que en el momento de los hechos perdió la conciencia y no recuerda nada de lo sucedido, señalando que nunca le había agredido antes ni había deseado su muerte.
El juicio por el asesinato de Pedro L. G. cometido el 2 de abril de 2023 quedará este jueves visto para sentencia con las conclusiones y los informes finales de las partes. Se trata de la primera vez que declara el acusado desde el inicio del procedimiento. El abogado de la familia le ha reprochado en su interrogatorio que no haya tenido ninguna "palabra bonita" hacia el que fuera su pareja.
En su declaración, el agresor ha relatado que mantuvo una relación sentimental con el fallecido entre 2019 y 2021. En el momento de los hechos, abril de 2023, ya no eran pareja aunque residían bajo el mismo pecho. En aquella época, consumía metanfetamina fumada y algo de ketamina.
El acusado, que se intentó suicidar hace dos meses, ha negado que le gustara el esoterismo y la magia, algo que, según ha dicho, sí le atraía a la víctima y a su familia. En la escena del crimen, la Policía halló sal esparcida por el suelo y un libro de rituales.
En relación a un vídeo que subió a las redes sociales previo al crimen, en el que mostraba un cuadro con la imagen de Jesucristo y decía "lo siento mucho", ha señalado que no lo recuerda.
La noche del 1 al 2 de abril consumió metanfetamina y se encontraba en la vivienda. Su expareja había salido y llegó sobre las seis de la mañana al piso. "Yo estaba en la cocina y encontré un libro de rituales detrás de un cuadro y me enfado. Discutí con él como tantas veces y me pidió que no me fuera de casa", ha detallado.
Al parecer, Pedro le había comentado que su exmujer le hacía algún tipo de ritual con la tinta de un calamar. En un momento determinado de la noche y tras tomar un café, empezó a sentirse mal y no sentía las manos. "Perdí la conciencia y ya no recuerdo nada", ha relatado sin recordar haberle agredido. "Nunca deseé su muerte", ha dicho.
La conciencia la recobra días después cuando estuvo ingresado en una unidad psiquiátrica de un hospital madrileño, teniendo conocimiento de los hechos ya en la cárcel de Soto del Real.
En su turno, el abogado de la familia le ha preguntado si quería decir "alguna palabra bonita sobre Pedro" porque hasta ahora no le había escuchado decir nada", a lo que ha replicado que "nada".
El fiscal le ha recordado que la Policía le encontró desnudo al igual que a la víctima, respondiendo el acusado que esa noche no mantuvo relaciones sexuales.