Un joven de 23 años y nacionalidad hondureña ha muerto ahogado cuando se sumergió esta noche en el embalse de Navacerrada, donde se encontraba con otros cuatro chicos.
Según la información de un portavoz de Emergencias de la Comunidad de Madrid, sobre las 23.45 horas, el centro coordinador recibió una llamada de los jóvenes en la que alertaba de que uno de ellos se había introducido en el agua y no salía.
Al parecer el joven, que no sabía nadar, perdió pie en la oscuridad en una zona del embalse que no cubría, cayó y se sumergió a una profundidad de dos metros.
A los pocos minutos un equipo del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de la Comunidad de Madrid, cuya base está próxima al embalse, se trasladó al lugar y encontró pronto al joven sumergido a dos metros de profundidad y en parada cardiorrespiratoria y, tras llevarlo a la orilla, comenzaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Maniobras que fueron continuadas por las asistencias del SUMMA 112 que prolongaron durante una hora aunque finalmente tuvieron que confirmar el fallecimiento del joven.
Un psicólogo del SUMMA atendió a los amigos del joven fallecido, mientras que la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, ha añadido el portavoz de Emergencias.
106 muertes por ahogamiento en lo que va de año
Las muertes por ahogamiento en nuestro país aumentan. Este año ya se contabilizan106, cuarenta más que en el mismo periodo de 2021. Junio ha comenzado especialmente trágico en este sentido. En lo que llevamos de mes, llevamos 22 ahogados, seis de ellos en las últimas horas.
El arranque del mes de junio parece consolidar la tendencia al alza en las muertes pro ahogamiento no intencional que ya se detectó en mayo, el más luctuoso desde 2016, con 30 víctimas, más del doble que las del mismo mes de hace un año (14).
A la muerte del joven de Navacerrada, se unen las de otros tres bañistas en las islas Baleares: dos murieron el viernes en Cala Agulla y playa de Muro, en Mallorca y un tercer hombre, un turista extranjero de 69 años, ha perdido la vida en la playa menorquina de Racó den Paupa, en Sant Lluis.
También en aguas del mar, en este caso en la playa de Lourido, en Poio (Pontevedra) falleció una mujer de 64 años.