El Gobierno central ha descartado construir un nuevo apeadero en el Polígono Industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada, uno de los más grandes de Europa, al concluir que implicaría una pérdida de tiempo para los usuarios de la Línea C-4 de la red de Cercanías de Renfe en Madrid.
Así lo justifica el Ejecutivo de Pedro Sánchez en una respuesta parlamentaria por escrito a los diputados populares Pedro Muñoz Abrines y Noelia Núñez González, consultada por Europa Press, en la que alude al "Estudio funcional para la implantación de un nuevo apeadero en el Polígono Industrial Cobo Calleja" que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana realizó en 2020.
En el citado informe realizado por el Ministerio se concluye que, en principio, "no resulta recomendable la ejecución del nuevo apeadero, ya que implica una significativa pérdida de tiempo para los actuales usuarios de la línea que no se ve compensada por los ahorros que se generarían para algunos de los nuevos usuarios, redundando en una pérdida de funcionalidad de la línea".
En esa época, el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala (PSOE), reclamaba la construcción de un apeadero y puerto seco para mercancías en este punto con el objetivo de reducir en un 20% el número de desplazamientos en vehículo privado a esta zona industrial, sacando de la A-42 y la M-506 "cerca de 6.500 vehículos al día".
La propuesta del Ayuntamiento de Fuenlabrada contemplaba la construcción de un apeadero o estación de Cercanías Fuenlabrada Industrial que descongestionaría de 6.500 vehículos diarios la A-42 y contaría con un centro logístico o puerto seco para el que existe una parcela de 184.000 metros cuadrados junto al apeadero.
La entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, se comprometió entonces a incluir esta propuesta en el 'mapa industrial' que estaba desarrollando el Gobierno central para conocer las necesidades de cada zona industrial del país.
Para ello, el Consistorio fuenlabreño puso encima de la mesa la posibilidad de financiar "a tres partes" esta nueva infraestructura, con la que se buscaba dar servicio tanto al Cobo Calleja, con una superficie superior a las 160 hectáreas, como al resto de polígonos de la zona.