El precio máximo de la bombona de butano de 12,5 kilogramos se mantendrá a partir de mañana en 19,55 euros, en aplicación del Real Decreto Ley 11/2022, por el que se adoptan y se prorrogan determinadas medidas para responder a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania.
En ausencia de la congelación prevista en el mencionado real decreto ley, el precio máximo hubiera aumentado un 5%, hasta los 20,52 euros por botella.
Asimismo, la norma señala que la diferencia entre el precio máximo de venta teórico calculado conforme a la metodología habitual (recogida en la Orden IET/389/2015) y el precio máximo de venta, antes de impuestos, que se aplica debido a la congelación, se "recuperará en posteriores revisiones del precio máximo".
En ese sentido, en los últimos dos meses la cotización de las materias primas ha sufrido un descenso de 15,1%, mientras que el coste de los fletes ha sufrido un aumento del 19%, a lo que se suma la depreciación del euro frente al dólar (-3,2%).
El precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kilogramos no se encuentra liberalizado. Su valor se revisa bimestralmente el tercer martes del mes, por Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas.
Esta revisión bimensual del precio se calcula en función del coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, así como del coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar.
Por otra parte, dicha revisión del precio, al alza o a la baja, está limitada al 5%, acumulándose el exceso o defecto de precio para su aplicación en posteriores revisiones. Sin embargo, debido a la aplicación del Real Decreto-Ley 11/2022 (en vigor hasta el 31 de diciembre de 2022), su precio se encuentra actualmente congelado.
Combustible en retroceso
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
Actualmente se estima que se consumen 68 millones de envases de GLP de distintas capacidades, de los cuales 53 millones se encuentran sujetos al precio máximo regulado (el 78%). Se trata de un combustible en retroceso: desde 2009 a 2018 el consumo total de GLP envasado ha descendido un 20%.