Se llamaba Emilio Ramos González y fue una de las víctimas de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Vecino de Carabanchel, Emilio fue deportado al campo de concentración nazi de Mauthausen, en Austria. No salió de allí.
Ahora tendrá un recuerdo permanente en Carabanchel, el barrio donde vivía en los años 30. Su nombre aparecerá en un adoquín Stolpersteine, presentes ya en algunos puntos de Madrid para recordar a víctimas del nazismo. Se trata de una iniciativa muy presente en muchas ciudades del centro de Europa, recordando principalmente a ciudadanos judíos que fueron llevados a campos de concentración nazis.
El nuevo adoquín dorado que tendrá Carabanchel ha sido instalado este 20 de julio en el número 1 de la calle Cortada, en la puerta principal de la biblioteca Ana María Matute. "Aquí vivió Emilio Ramos González. Nacido en 1917, exiliado en 1939 en Francia Stalab Trier. Deportado en 1941 Mauthausen-Gusen. Asesinado el 5-12-1941", reza el texto.
Madrid ya cuenta con más de media docena de adoquines Stolpersteine repartidos entre Chamberí, Moncloa, Tetuán, Latina, Arganzuela y Centro.
Los 'Stolpersteine' (piedra que te hace tropezar, en alemán) son una creación del artista alemán Günter Demnig. El primero se instaló en 1997 en el distrito berlinés de Kreuzberg. El propio Demnig instaló los ocho primeros de Madrid en la legislatura pasada como señal de respeto. El artista alemán ha fabricado e instalado más de 65.000 de estos pequeños memoriales en 23 países. Se pueden encontrar adoquines Stolpersteine en Bruselas, Hannover, Burdeos, Roma, Viena, Nuremberg o Praga.
Emilio Ramos González era de Madrid y cuando murió en el campo de concentración tenía 24 años.
Al acto han asistido sus familiares, entre ellos sus hermanas, Mercedes y Rosario, mayores de 90 años, quienes han agradecido emocionadas a todos los presentes por este homenaje. "Que vean nuestros antepasados que nos acordamos de ellos", ha dicho uno de los asistentes mientras esperaba a que llegaran los encargados de colocar el adoquín, ubicado donde vivía Emilio Ramos y actualmente, como decíamos anteriormente, se encuentra la Biblioteca Ana María Matute.
El joven cruzó los Pirineos y se exilió en 1939 en compañía de otros refugiados. Sus familiares aún desconocen que hizo entre ese año y 1942. Solo saben que trabajó en una fábrica de zapatos. Fue la Cruz Roja Internacional quien avisó de que lo habían asesinado en el campo de concentración de Gusen. "No hay derecho que pasara todo esto por tener diferentes ideas", ha asegurado su hermana.
Poco se sabe de las circunstancias por las que fue deportado. En aquella época muchos españoles que fueron llevaron a campos de concentración eran republicanos o considerados republicanos y Emilio era afín a la República recién caída tras la Guerra Civil-
Se estima que en el campo de Mauthausen-Gusen murieron hasta 4.427 españoles entre 1940 y 1945.