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Empresas madrileñas que le han torcido el brazo al coronavirus
- Sectores como la industria química o médica, peluquería o climatización pueden decir, casi con pudor, no sólo que han aguantado la crisis, sino que han salido reforzados
La situación sanitaria, que empeora por momentos, y la incertidumbre por el inicio del curso escolar mantienen a la economía en cuarentena. Las previsiones no son optimistas para este otoño, miles de madrileños siguen en ERTE y muchos sectores como hostelería y ocio nocturno no ven luz al final de túnel.
Sin embargo, el virus ha cambiado muchas prioridades y, debido a las inéditas circunstancias, otras empresas madrileñas, casi con pudor, pueden decir que les ha ido bien. Es el caso de Escribano, la empresa de Alcalá de Henares que durante lo peor de la crisis, entre marzo y abril, tuvo una gran repercusión al recibir el encargo, junto con la mostoleña Hersill, de fabricar miles de respiradores. Desde el 18 de marzo y hasta primeros de junio, de lunes a domingo, durante las 24 horas del día, ambas empresas cumplieron con el encargo de Sanidad de fabricar 5.000 respiradores en 8 semanas, un trabajo hercúleo.
Escribano Mechanical hace una valoración "positiva" de todo este tiempo, según cuentan a Telemadrid.es. La empresa madrileña, fundada hace 30 años, dedicada a la fabricación de aplicaciones tecnológicas para la defensa, de repente tuvo que cambiarse al sector sanitario: "Dejamos de trabajar en nuestro negocio para adaptar nuestra línea de fabricación a lo que necesitaba Sanidad", detallan. Escribano ha contratado a 60 personas más desde enero, espera una facturación de unos 70 millones de euros, muy por encima de los 50 de otros ejercicios, y han invertido en un edificio y en compras de nueva maquinaria.
"Salimos reforzados" de esta situación, aseguran. De hecho, cuando la actividad económica colapsó por el confinamiento, la empresa siguió atendiendo sus pedidos internacionales gracias a su menor dependencia de terceros. "En general hay una tendencia a la externalización en nuestro país -apuntan-. Hemos demostrado que la industria española es capaz de responder ante situaciones de necesidad como esta. Y es importante estar preparados, invertir en formación y desarrollar nuestras capacidades estratégicas porque somos capaces de hacerlo".
La empresa, que fue de las primeras en realizar test PCR a sus empleados, apenas tuvo un par de positivos entre sus trabajadores, que demostraron un gran compromiso con la situación y se ofrecieron voluntarios. "No tuvimos que pedir que la gente viniera", recuerdan. Fue "gratificante, pero muy duro".
Hersill, en primera línea de batalla
La mostoleña Hersill sabía lo que venía desde el principio: "Desde que estalló la crisis la segunda semana de marzo, ya vimos que nos iba a afectar de manera muy importante. De un día para otro empezamos a recibir un auténtico aluvión de pedidos de caudalímetros de oxígeno y aspiradores de secreciones para dotar nuevas camas en los hospitales", recuerdan.
En un escenario de total intensidad, con jornadas interminables, horas extraordinarias, sin horarios definidos, tuvieron que responder a peticiones "desesperadas de los hospitales" para suministrar material "lo antes posible". Fabricaron en tiempo récord equipo de oxígeno y aspiración para el hospital de Ifema y lo resumen de manera escalofriante: "Todo lo que ocurrió durante aquellas semanas fue absolutamente inédito y excepcional, más propio de un estado de guerra que de la vida normal. Todos pusimos todo de nuestra parte para atender la enorme emergencia que se estaba produciendo. Y podemos estar satisfechos de haber podido dar respuesta a la demanda que tuvimos".
Hersill tuvo que ampliar el horario de su persona y aumentó un 30% su plantilla para reforzar turnos de trabajo. Calculan que su capacidad productiva "probablemente se cuadriplicó durante el pico" de la pandemia, y destacan que "muchos de los operarios que entraron de manera eventual en aquel momento todavía continúan" e incluso esperan "que se queden de forma definitiva en la empresa".
Confían en que "en esta segunda oleada las necesidades urgentes no sean altas", pero aseguran que atenderán "cualquier demanda puntual urgente" que les llegue. De hecho, la empresa mostoleña no ha bajado la guardia, puesto que se trata de una compañía fundamentalmente exportadora, en torno al 70% de su producción: "Fuera de España sigue existiendo mucha necesidad de equipamiento y todavía la pandemia por desgracia no ha remitido". En este sentido, las peticiones "han aumentado a nivel exponencial".
El gel hidroalcohólico, imprescindible en nuestras vidas
Poco podía imaginar Rafael Juste en 1922 que su empresa farmacéutica, creada poco después de la pandemia de gripe española, debería hacer frente, un siglo después, a otra pandemia de enormes dimensiones. Así ha sido para el grupo Juste, una pyme familiar radicada en Coslada cuya cuarta generación emplea a 100 trabajadores en la investigación, desarrollo y producción de principios activos farmacéuticos y de medios de contraste radiológico.
Juste continuó su actividad productiva "con total normalidad", pero además creó "una línea de producción de gel hidroalcohólico para donar íntegramente a hospitales, fuerzas de seguridad, residencias de la tercera edad, centros de salud...", detallan, todo ello de manera altruista, sin generar negocio. Además, contrataron a 6 personas en sus programas de becas remuneradas, una más en el área comercial y esperan incorporar un jefe de turno y 4 becarios más, con el objetivo de "mantener la actividad y los programas de capacitación universitaria" actuales.
#GRUPOJUSTE ha producido solución hidroalcohólica que ha donado a una centena de centros sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad, residencias tercera edad y hogares acogida. #EsteVirusLoParamosJuntos #YoNoPuedoQuedarmeEnCasa #Coslada #SanFernando #RSE #EmpresaFamiliar #Quimica pic.twitter.com/ZZKmlXPwwz
— Grupo JUSTE (@HRGrupoJUSTE) March 31, 2020
Tijeras al rescate
Otro de los sectores que mantuvo su actividad, aunque en otro formato, fue el de la peluquería. Si bien los locales cerraron durante el confinamiento, muchas empresas se adaptaron y ofrecieron sus servicios en los hogares. Fue el caso de Yatepeino.com, una empresa de servicios estéticos a domicilio, que experimentó un crecimiento de la demanda de un 30%. "Durante el estado de alarma recibimos más de 1.500 llamadas", recuerdan. "A pesar de que se palpaba en el ambiente cierto miedo al contagio, la primera semana empezamos a notar un creciente interés por nuestros servicios, que fue en aumento las siguientes semanas".
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La empresa creó "protocolos de higiene y seguridad tanto para los profesionales que iban a casa como para el cliente". Precisamente las personas mayores fueron uno de los colectivos que más recurrió a estos servicios, de manera telefónica, eso sí. "Pero también nos llamaban personas que querían preguntarnos por las medidas de seguridad e higiene, clientes que no habían contratado nunca este tipo de servicios online o que habían intentado arreglarse el pelo en sus casas y necesitaban un arreglo urgente", señalan. Curiosamente el perfil que más demandó el servicio, "y fue una sorpresa", fue el masculino.
Los profesionales de Yatepeino.com quisieron además aportar su granito de arena: "Durante varias semanas estuvimos en un par de comisarías cortando el pelo gratuitamente a los agentes de policía".
Anécdotas entre tijeras
Los trabajadores de Yatepeino.com se han encontrado con múltiples anécdotas durante el confinamiento.
Mar Navas, responsable de atención al cliente: "Hay una señora que me llama prácticamente todas las semanas que es andaluza para preguntarme qué color se pone en el pelo... porque se lo tiñó de color naranja y ella es rubia. Entonces me llamaba para darle opinión de cómo poder ir arreglando el tono. ¡Al final acabamos hablando de nuestra vida personal, contándonos nuestra vida como dos amigas!
Karina Guzman, profesional de peluquería: "Fui a atender a un niño, le tenía que rapar la cabeza. Es un niño súper especial y lleno de vida, que tiene paraplejia. Al verme se identificó conmigo, me dijo su madre que era la primera vez que se dejaba afeitar y que le gustaría que fuera su peluquera fija".
Erick Arboleda, profesional de barbería: "Una de la anécdota más curiosa fue cortarle el pelo a un cura dentro de la iglesia, en una sala al lado de donde se dan las misas".
Mireia Sánchez, profesional de peluquería: "Una señora tenía tanto miedo por el covid-19 que cuando llegué me tenía preparados unos guantes nuevos, una mascarilla nueva y un mono. La señora me esperaba al fondo del pasillo, totalmente tapada con una capa que le llegaba hasta el suelo y las únicas palabras que pronunció fueron "córtamelo corto".
Carlos González, profesional de barbería: "Me he encontrado situaciones en las que habían intentado cortarse ellos mismos el pelo y la maquinilla se les había estropeado antes de poder terminar. Y otros casos en los que el usuario se estaba dando cuenta del resultado y se arrepentía de haber empezado y se dejaba a medias".
La climatización, viento en popa
Otro sector que por lo general tenía un importante pico de trabajo durante el primer semestre del año, y que ahora se ha visto casi desbordado es el de la climatización. La empresa instaladora Delaire2000, situada en Pinto, da servicio en toda la región y en las provincias adyacentes, y señala que "debido al teletrabajo, la gente que estaba confinada ha descubierto que sus condiciones de habitabilidad no eran óptimas".
Por eso, en su caso, han experimentado un crecimiento de entre el 40 y el 50% de facturación. De ahí que hayan tenido que contratar personal (en la actualidad son 40 empleados) y que sigan teniendo incorporaciones.
Como otros sectores, también se han adaptado a las medidas de seguridad y distancia interpersonal con el uso de epis, y recomiendan a sus clientes realizar limpiezas exhaustivas tras la instalación.
Niños y trabajo, difícil combinación
También el cuidado de menores ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza durante todo este tiempo. Tener a los hijos en casa y compatibilizarlo con el trabajo presencial o el teletrabajo ha elevado las cotas de estrés de buena parte de la población.
La agencia Care for Kids, dedicada a la selección de niñeras y educadores a domicilio, asegura que, a pesar de la cancelación de muchos de sus servicios en plena crisis sanitaria, algunas familias "no obstante continuaron con este apoyo en casa, haciendo actividades y clases online para sus hijos". Para las familias "ha sido una gran ayuda poder continuar con el temario del colegio en estos meses tan difíciles", cuentan a Telemadrid.es.
Además, con la incertidumbre actual, aseguran que "las solicitudes de apoyo escolar han aumentado sustancialmente" en relación a las solicitudes que recibían antes de la crisis, porque los padres "cuentan con que haya periodos de clases semipresenciales hasta que el virus esté más controlado".
Durante lo peor de la crisis España destruyó un millón de puestos de trabajo directos y en el mes de julio 1,8 millones de trabajadores seguían en ERTE. Pero algunas empresas como estas han sabido adaptarse a las circunstancias y muestran el camino para la recuperación.