El presunto autor de una violación a una joven estadounidense en la discoteca Kapital ha quedado en libertad provisional con medidas cautelares tras comparecer ayer ante la jueza que instruye el caso después de que fuera localizado por la Policía Nacional.
El hombre, de nacionalidad argentina, estaba en busca y captura por orden del juzgado. La víctima logró quitar al agresor su tarjeta de identificación. Tras ser localizado, el investigado prestó declaración ante la jueza, que tuvo que suspender una rueda de reconocimiento.
En su declaración, el investigado negó los hechos y relató que esa noche estuvo en un bar hasta las cuatro de la madrugada sin recordar lo que hizo en las horas posteriores. Además, manifestó que había perdido dos meses antes su documentación en Lavapiés.
En un auto, al que tuvo acceso Europa Press, la jueza impone a Carlos A.V. la obligación de comparecer semanalmente en este Juzgado. Además, se acuerda la prohibición de salida del territorio nacional con retirada de su pasaporte y se le impone una orden de alejamiento.
La víctima, defendida por la letrada Beatriz Uriarte del despacho penalista Ospina Abogados, ratificó hace unas semanas la denuncia y relató a la jueza lo que considera el peor episodio de su vida durante su primer fin de semana en Madrid.
La jueza María Belén Sánchez, al frente del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid, interrogó entonces a la perjudicada, de 20 años. La joven apenas llevaba unos días en Madrid, donde estudia en una universidad. En diciembre, volverá a su ciudad al adelantar el viaje por lo sucedido.
La Policía sospecha que la chica sufrió la agresión sexual bajo sumisión química tras probablemente ser drogada en los reservados de la discoteca, según consta en el atestado policial. Sus recuerdos son vagos hasta que recobra la conciencia en un coche y logra escapar de dos hombres.
Según su relato, esa noche se encontraba junto a tres amigas en un reservado de la popular discoteca, situada en la calle Atocha. En un momento de la noche, le ofrecieron unos chupitos y al rato, empezó a sentirse mareada.
Sobre las cuatro, decidió ir a los lavabos y ahí un hombre con coleta y pelo canoso la abordó con violencia y la introdujo en uno de los baños, donde la violó. Recuerda que ya en el garaje, dos hombres la intentaron introducir en un coche rojo y ella se resistió.
A continuación, se tiró al suelo, siendo arrastrada por estos desconocidos. La agresión le dejó las rodillas ensangrentadas. Los agresores lograron meterla en el vehículo a la fuerza. La mujer, asustada y temiendo por su vida, les comentó falsamente que su padre era embajador y una persona con mucho poder, por lo que acabarían en la cárcel si le hacían daño.
Sin saber cómo, logró tirarse del coche en marcha y llegó a su domicilio, ubicado en una calle céntrica de la capital. Su compañera de piso la trasladó al Hospital de La Paz, donde los médicos emiten un parte médico por la lesiones que sufre y activan el protocolo por agresión sexual.
La joven se encuentra desde entonces bajo tratamiento psicológico. "Fue el día que más miedo he pasado en mi vida", ha comentado durante su declaración.