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Las fiestas de Nuestra Señora del Carmen de Torrelodones han terminado con una jornada del domingo tranquila y sin incidentes pero con seis detenidos, tres de ellos menores de edad (17 años), por los altercados registrados en los dos noches precedentes, según fuentes de la Guardia Civil. Cada uno de ellos será sancionado con 6.000 euros, al considerar que incurrieron en una infracción grave.

Los jóvenes fueron detenidos por provocar barricadas en las calles, quemar contenedores, romper señales de tráfico, y dañar vehículos y locales comerciales, entre otros actos vandálicos en las inmediaciones de la calle Andrés Vergara, en la zona de la estación de Renfe. Además, los agentes les incautaron armas prohibidas, como nunchakus, puños americanos, material pirotécnico y sprays de pimienta, entre otros elementos.

Los primeros altercados se produjeron en la madrugada del viernes al sábado por hechos similares. En recinto ferial quedaban unas 300 personas cuando se solicitó su desalojo, al terminar el horario de fiestas. Entonces, un grupo de cuatro personas empezó a tirar botellas y vasos a los agentes, que detuvieron a dos jóvenes de 20 y 18 años, a los que se les acusó de desórdenes públicos y daños y alteraciones de orden público y atentado, respectivamente. También tuvo que intervenir la unidad antidisturbios de la Benemérita.

Pero fue la noche del sábado al domingo la que se produjeron más incidentes. Según fuentes de la Benemérita, los alborotadores se negaron a desalojar el recinto ferial, que por orden judicial debe cerrar a las 2 de la madrugada. A esta hora quedaban unas 200 personas a las que por megafonía se les dio el aviso de que abandonaran las instalaciones.

Fue entonces cuando se formaron tres grupos de 15 personas que las unidades de intervención GRS de la Guardia Civil intentaron dispersar con "tiros de salva" y pelotas de goma ya que cortaron calles de la zona con piedras y vallas de obra.

Por el momento, los daños registrados ascienden a 15 contenedores quemados, rotura de lunas de una sucursal del Banco Popular, rotura de una señal de tráfico y diversos daños en vehículos de la zona, aunque se espera más denuncias por los daños causados en mobiliario urbano, vehículos y locales comerciales.

REGISTROS

Durante los registros, los agentes practicaron 17 denuncias por posesión y consumo de drogas, diez denuncias por posesión de armas prohibidas, (nunchakus, puños americanos y sprays de pimienta), material pirotécnico. Asimismo, realizaron cinco denuncias por alteración de orden público, y tres por violar la Ley de Extranjería.

Fuentes municipales han condenado estos hechos e indicaron que es una "auténtica pena" que las "fiestas se vean rotas por grupos organizados que van a liarla". El Ayuntamiento ha justificado estas afirmaciones en que se detectaron mensajes en las redes sociales convocando a "reventar las fiestas".

Por este motivo, se dio aviso a la Delegación del Gobierno para que "estuviera vigilante". "Gracias a la adopción de esas medidas no ha ocurrido más", han aseverado. Se trata de unos hechos que recuerdan bastante a lo ocurrido el pasado verano en una localidad cercana, en Pozuelo de Alarcón, donde las fiestas también dejaron varios incidentes.