La borrasca Filomena, que dejó una gran nevada en buena parte de España entre el 7 y el 9 de enero, destruyó en torno al 12% de la masa arbórea de la ciudad de la capital, el equivalente a tres kilómetros cuadrados de masa arbórea, según un estudio realiozado por la empresa tecnológica Cotesa para la Subdirección General de Innovación e Información Urbana del Ayuntamiento de Madrid.
El estudio ha sido elaborado usando imágenes “multiespectrales”, destaca Cotesa en una nota de prensa.No obstante, fuentes del Consistorio han indicado a Efe que los datos oficiales, realizados por técnicos expertos y a pie de campo, son otros.
Estos recogen que Filomena causó daños en 800.000 ejemplares, el 46% de su masa arbórea, y, de esta cifra, el 10%, es decir, 80.000 (4,6% del total) cayeron y han sido o tendrán que ser talados. La mayoría de estos árboles, más de 60.000, formaban parte de la Casa de Campo, según los datos del consistorio.
El estudio de la empresa Cotesa señala que aunque el número de árboles dañados por la borrasca en la ciudad de Madrid superó el 33% del total, “todo parece indicar que una parte de ellos se recuperaron posteriormente”.
Según el estudio de la empresa tecnológica, el centro urbano de la capital perdió casi un 30% de los árboles existentes, frente al 10% de las zonas más alejadas.
El desarrollo metodológico utilizado por Cotesa garantiza, según Cotesa, un grado de fiabilidad superior al 95% y se sustenta en el uso de imágenes de “muy alta resolución multiespectrales” que reflejan la información a lo largo del espectro VIS-NIR en toda su superficie.
Para el estudio, ha seleccionado imágenes satelitales de noviembre de 2020 y de marzo de 2021 (antes y después de Filomena) para comparar escenas limpias de nubes con ángulos adecuados, que han sido ortorrectificadas, mosaicadas y sometidas a todo tipo de correcciones (geométrica, radiométrica, atmosférica y topográfica).
A partir de esas imágenes ha generado índices espectrales que reflejan, entre otras cosas, la vigorosidad de la vegetación, la influencia del suelo desnudo, índices de área foliar, así como modelos digitales del terreno con pares estereoscópicos que permiten representar en 3D los objetos sobre el suelo; entre ellos, los edificios y la vegetación.