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(Actualizado

Un artículo del Financial Times titulado 'Muchos regresos felices' recoge una veintena de lugares a los que volver tras la pandemia. Entre esos lugares se citan entre otros Venice Beach (Los Ángeles), Central Park (Nueva York), The British Library (Londres), el Dulwich Park (también en Londres) o la bahía Hoi Ha Wan (Hong Kong).

Y en esa relación de entornos idílicos aparece la madrileña Plaza de Olavide, ese espacio de Chamberí en el que se puede encontrar algo de paz y una muestra de naturaleza en forma de jardines que contrasta con el bullicio del tráfico que la rodea.

De esto se ha dado cuenta también el reportero del FT Simon Kuper. Eligió un día no muy frío, soleado según sus palabras, para acudir a una terraza de Olavide. Él lo cuenta así: "Estoy sentado en la arbolada y octogonal plaza de Olavide, en la terraza de uno de los agradables pero nada excepcionales restaurantes de la plaza, tomando un aperitivo de vino blanco Albariño".

Describe Kuper los "hermosos apartamentos burgueses y calles peatonales" y el sosiego que le produce de este enorme patio. "En momentos así, España es el país más habitable del mundo. Aquí está el sueño europeo", escribe.

Personas en un terraza de la Plaza de Olavide | TELEMADRID

Cuenta la publicación Chamberí 30 días que no hace mucho el actor inglés Freddie Highmore (The Good Doctor) se refirió a Olavide como "su plaza favorita de España", durante la presentación de su última película en la capital.

La Plaza de Olavide no siempre ha tenido este nombre. Antes fue Plaza de la Princesa y Plaza Industrial. Incluso antes parece que fue un simple ensanchamiento de caminos con un abrevadero para ganado en el conocido como barrio de Los Tejares.

Pero los madrileños gustan de cambiar los nombres y en 1860 el municipio aceptó la propuesta vecinal de bautizar la plaza con el nombre de intelectual ilustrado limeño Pablo de Olavide. Y así se convirtió en el foro de esa parte de Madrid.

Antigua fuente de la Plaza de Olavide | ALFONSO BEGUÉ

Ni que decir tiene que el abrevadero desapareció y en su lugar se colocó una fuente que, además de ornamentar, era de abastecimiento público de agua. Luego ésta también se retiró para poder construir el conocido Mercado de Olavide.

Un 'OVNI' en pleno Chamberí

Este mercado en origen fue construido con algunos de los elementos recuperados tras demolerse el viejo Mercado de la Cebada. Todo un ejemplo de lo que hoy se denomina arquitectura reciclable. Con el paso del tiempo fue sustituido por el conocido mercado de ocho lados obra del arquitecto municipal Javier Ferrero, el mismo autor del viaducto de la calle Bailén.

Voladura del Mercado de Olavide en 1974 | PUEBLO

Este mercado también fue demolido en 1974 para dar paso al espacio exento que conocemos hoy tras varias transformaciones. La voladura fue polémica por la premura con que se hizo, la poca información a los vecinos y los daños que ocasionó a viviendas y comercios cercanos.

Algunos vecinos comparaban aquel mercado con una nave espacial que hubiera aterrizado en mitad de Madrid por su similitud con un platillo volante.

Recreación del Mercado de Olavide en la plaza del mismo nombre | TELEMADRID

Como curiosidad, indicar que la plaza sigue conservando sus ocho lados delimitados por jardinerías, aunque son siete calles las que confluyen allí. Las de Gonzalo de Córdoba, Palafox, Jordán, Murillo, Santa Feliciana, Raimundo Lulio y Trafalgar, que la atraviesa de parte a parte mediante un túnel subterráneo.