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Un policía nacional ha declarado hoy en el juicio por la tragedia del Madrid Arena en la Audiencia Provincial que, cuando fue a requisar las entradas la noche de los hechos, el organizador de la fiesta, el acusado Miguel Ángel Flores, le dijo que no sabía dónde se encontraban.

El testigo ha afirmado que, después de que Flores -a quien los abogados de las familias de las cinco chicas que murieron en la fiesta acusan de esconder las urnas con el doble de las entradas permitidas- le dijera eso, pensó que "no iba a ser fácil encontrar las entradas".

De hecho, no fue hasta dieciséis días después de que ocurriese la avalancha mortal cuando la Policía Judicial encontró en un pabellón satélite del recinto unas urnas que contenían 10.915 entradas físicas.

Flores sostuvo durante su declaración que esas urnas fueron manipuladas introduciendo más entradas de las que se vendieron, pese a que la Policía ha mantenido en todo momento que encontraron las urnas cerradas.

Una de las agentes que estuvo en esa inspección del pabellón anexo al Madrid Arena ha corroborado hoy que todas las urnas estaba cerradas. "Algunas tenían candados y otras bridas de plástico", ha manifestado, como ya hizo la semana pasada otro agente.

Los policías que realizaron el informe de recuento de las entradas de la fiesta de Halloween de 2012 han declarado hoy como peritos que se encontraron nueve formatos diferentes de entradas.

En total, se recontaron 16.849 entradas físicas, cifra muy superior a la aportada por Flores en su declaración, quien, en un baile de cifras, dijo que se vendieron 5.650 entradas físicas y 5.578 digitales.

A estas habría que sumarle las invitaciones que podrían ser unas 300 más. Sin embargo, el fiscal sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que el interior del pabellón congregó a un "mínimo" de 22.800 personas frente a las 10.600 permitidas.

Todos ellos han asegurado que fue Rafael Pastor, director del departamento de seguridad de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos (Madridec), quien les dirigió al pabellón satélite donde estaban las ocho urnas metálicas.

Según los agentes, Pastor se identificó como responsable de seguridad, pese a que durante el juicio negó en todo momento que ese fuese su cargo y se eximió de tal responsabilidad.

Los agentes también realizaron el visionado de las 123 cámaras de seguridad del pabellón. En torno a un millar de horas de grabación en las que no están presentes las imágenes de la avalancha mortal ya que, según ha corroborado un agente, en ese túnel solo había una carcasa vacía sin cámara dentro.

Según los testigos, había más cámaras que no funcionaban, como la de un vomitorio que accedía a la pista central, si bien no han sabido especificar cuántas.