Fomento reformará la estación de Cercanías de Ramón y Cajal, que se libera de tornos

  • Estrena un módulo prefabricado de control de accesos, una iniciativa piloto que se extenderá a otros puntos de la red
  • La inversión para mejorar la estación es de casi 5 millones

El Ministerio de Fomento remodelará la estación de Cercanías de Ramón y Cajal con una inversión de casi 5 millones de euros que mejorará la accesibilidad. La estación estrena un nuevo módulo prefabricado que permitirá controlar el tránsito de viajeros en uno de los accesos, que ahora carece de tornos. Así lo ha avanzado el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, y un acto acompañado por el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, para avanzar las características de esta reforma en una estación, que tendrán un plazo de ejecución de 16 meses.

Por la estación de Ramón y Cajal, muy próxima al hospital, circulan trenes de las líneas C-3, C-7 y C-8 y que recibe más de dos millones de usuarios al año y una media diaria de 14.7000 viajeros. En hora punta, transitan un tren por cada ocho minutos por sentido.

La estación cuenta con un edificio de viajeros, dos vías y dos andenes comunicados actualmente por un paso inferior dotado con escaleras fijas.

REMODELACIÓN EN DOS FASES

De la Serna ha explicado que esta remodelación trata de salvar el desnivel por la curva pronunciada que provoca el trazado de la vía y que motiva que el tren, en parada, tenga una inclinación pronunciada que obligó para minimizar las dificultades de acceso la implantación de una tarima de madera. Ello se une a que uno de los accesos carece de tornos de control de entrada. Por tanto, la actuación se orienta a resolver los problemas de accesibilidad, el deterioro de las instalaciones y resolver la falta de control de accesos en uno de los accesos, que se orienta a la calle Herrera Oria.

UN MODULO DE ACCESO PARA AGILIZAR

El ministro ha explicado que se ha decidido una remodelación "importante" que se articula en dos fases. La primera es la implantación de un módulo prefabricado para generar un nuevo acceso a las estaciones de Cercanías y de la red convencional, que permite alterar sus dimensiones en virtud de las necesidades y que constituye una marquesina con tornos, punto de venta de billetes y punto de información.

El prototipo, que es el primero que se coloca en España, tiene un coste de 100.000 euros aunque el ministro ha explicado que, en caso de que esta medida tenga éxito, se encargarán más módulos para instalarlos en otras estaciones que permitirá rebajar ese precio.

El módulo permite aplicar control de acceso en aquellas paradas en las que no existe aún y mejorar el tránsito de los usuarios, con la ventaja de implantarlo "con mucha rapidez".

Las obras a acometer en Ramón y Cajal, adjudicadas recientemente a la empresa Extraco, incluyen una rehabilitación total de la estación y mejoras de la accesibilidad, actuación que se incluye en el Plan de Mejora de la red de Cercanías Madrid. Así, Renfe renovará el edificio de viajeros, mejorará las instalaciones eléctricas, implantará iluminación eficiente, instalará nuevas marquesinas y adecuará el cerramiento de la estación.

También se instalarán dos ascensores en el paso inferior existente, se acondicionará la rampa de acceso al edificio principal y se adecuarán los andenes a la normativa vigente, ejecutando uno nuevo que "maximiza" su ubicación en recta, y evitando así que se produzca un hueco excesivo entre el coche y el andén.

Además, se dotarán los itinerarios de nuevos encaminamientos para facilitar los recorridos a personas de visibilidad reducida. Por otro lado, la estación contará con un nuevo punto de atención al cliente de atención, venta e información. Su objetivo es que sean fácilmente identificables todos los servicios ofertados por Renfe como pueden ser las máquinas autoventa, la información facilitada, así como la atención a cargo del personal comercial de la estación.

Por su parte, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid ha destacado la importancia de estas obras de remodelación y ha destacado la apuesta de la Comunidad de Madrid por la mejora del transporte público, que se traduce en medidas como la congelación de las tarifas durante la actual legislatura y el despliegue del abono joven por importe de 20 euros.