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El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Angel Gabilondo, no cree que Ferraz interferirá en posibles pactos postelectorales. "Yo escucho siempre a todos, pero si no tengo autonomía no tengo libertad y si no tengo libertad yo desde luego no estoy en ningún sitio, ni en este ni en ninguno", ha afirmado.

Lo que sí está claro, en su opinión, es que él sabe dónde está y la historia "de un partido de 135 años". "Sé también lo que el PSM es para Madrid y cuáles son mis propias convicciones, pero yo no suelo tener esa incomodidad", ha indicado, refiriéndose a que "eso que llama el aparato no va a interferir en las propuestas que uno pueda hacer".

Otra cosa es, según ha destacado Gabilondo, que hay que "escuchar a todo el mundo". "Pero si yo alguna vez no me siento libre para poder ejercer aquello que los ciudadanos me han propuesto lo que debería hacer es marcharme", ha defendido el candidato, que no cree que uno "deba estar en ningún sitio si no está a la altura de la responsabilidad que se le concede y esa responsabilidad siempre está vinculada a su libertad".

Por eso, está convencido de que no va a recibir una llamada de Pedro Sánchez para condicionar su actuación. "No me han llamado así desde que he nacido y no me van a llamar así", asegura, destacando que otra cosa es que se haga un "análisis político como hay que hacer" de la coyuntura, de los contenidos, de los programas, de las expectativas y que en los mismos haya distintos puntos de vista.

En este sentido, ha señalado que si los ciudadanos de Madrid consideran que es la persona que debe "liderar un proceso para constituir un gobierno" hará "honestamente lo que sea mejor para los ciudadanos y para nadie más". No obstante, espera y cree que el "bienestar" de los ciudadanos "sea compatible con el del partido".

AGLUTINAR A LA MAYORIA

En este contexto, Gabilondo piensa que el que tenga más votos está "legitimado para liderar el proceso para constituir un gobierno" y es el que "debe llamar para iniciar, en su momento, si así fuera y si nadie tuviera mayorías suficientes, para procurar la constitución de ese gobierno".

No obstante, aquí puntualiza: "Si el que ha tenido más votos no logra esa confianza, dado que los votos son la expresión de la voluntad popular, habrá que buscar aglutinar la mayoría en otros contextos".

En este punto, Gabilondo ha asegurado que si el que ha tenido más votos le llama para hablar sobre cómo hacer gobernable Madrid, él irá con "los programas de defensa de lo público, de atención y resolución de los problemas y de defensa de las instituciones".

Su respuesta a la pregunta de si está dispuesto a pactar con todos para arrebatar el gobierno al PP ha sido simple: "No". Y es que, como ha dicho, su objetivo "no es echar a nadie de nada" sino "cambiar de gobierno, cambiar de políticas y cambiar de modo de gobernar" pero no de "cualquier manera ni a cualquier precio".

Sobre la posibilidad de que exista un tripartito y cuatripartito, Gabilondo también lo tiene claro: no quiere "sumar en contra" sino a favor, y en su opinión, los ciudadanos "están un poquito cansados" de que los políticos se dediquen "a las reyertas" entre ellos, a buscar la yugular de los demás en vez de a resolver sus problemas".

El es "independiente", y como tal espera hacer propuestas no "específicamente partidistas", sino que tengan en cuenta "que hay ciudadanos que tienen necesidades y problemas que tenemos que afrontar y resolver", como la pobreza infantil o el desempleo.

DIFERENCIA CON PODEMOS

Sobre Podemos, Gabilondo también ha hablado y no le parece "mal" todo lo que sea hacer un análisis para buscar "mejores formas de participación, regenerar la democracia o vincular a nuevas formas la democracia representativa, buscando forma de combinarla con procesos de asambleas o con nuevas tecnologías".

Sin embargo, él ha recalcado que sí cree en la democracia representativa: "nosotros creemos en las instituciones no en una mediación directa con la ciudadanía sino a través de las instituciones, lo que no quiere decir que no haya un contacto directo con los ciudadanos".

Si hay que hablar de la Transición o de la Constitución, Gabilondo ve las cosas de "modo distinto". Para él, la Constitución "fue un bien extraordinario para este país y un modelo de proceso democrático donde aunar las diferencias". Tampoco piensa que la transición haya sido "una especie de relajación de los valores cívicos o de equidad".