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El presidente de la Comunidad de Madrid, Angel Garrido, ha replicado al delegado de Gobierno en la región, José Manuel Rodríguez Uribes, que los taxistas llevan acampados en el paseo de la Castellana dos noches, no una, y que "nadie ha hecho nada" hasta esta mañana, que se han producido los primeros desalojos.

En declaraciones a la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, el presidente madrileño ha replicado a Rodríguez Uribes, quien esta mañana le ha instado a ponerse a hacer su trabajo y a buscar la manera de regular los taxis y las VTC para acabar con el problema "de fondo" que tienen.

Garrido no ha querido entrar en "discusiones personales" porque, además, ha admitido que tiene muy buena relación con Rodríguez Uribes, pero le ha recordado que los taxistas de la Castellana llevaban dos noches en este punto.

"El que tiene que trabajar es él", ha sostenido Garrido, quien ha defendido que, por su parte, él ya lo está haciendo. "Yo trabajo, en lo que me compete a mí", ha manifestado, al tiempo que ha dicho que lo que no va a hacer es una legislación que "pretende eliminar a un sector para que no haya competencia".

Abiertos a un acuerdo

Garrido ha asegurado que siguen abiertos a llegar a un acuerdo con el sector del taxi, buscando proteger la captación del cliente con sanciones "severas" para las VTC que lo incumplan, pero no van a aceptar legislar para eliminar la competencia.

"Hemos mantenido contacto desde el primer día y lo seguiremos teniendo con esa mayoría que lo que quieren es una solución razonable".

Pretenden el "todo o nada"

Garrido ha lamentado que hay "un grupo y unos representantes que sólo han pretendido 'o todo o nada' y cuando uno quiere eso, es muy fácil que al final se quede con nada", ha sostenido el presidente madrileño, quien ha asegurado que lo que no van a hacer es seguir el modelo aprobado en Cataluña.

"Solo admiten que se pueda contratar con una hora de antelación en ese lugar que se dirige hacia la Edad Media desde hace años", ha criticado Garrido, quien ha dicho que ese no es el modelo de Madrid. "Están prohibiendo construir hoteles, están con turismofobia, en Cataluña son independentistas y radicales", ha apuntado.

En este punto, ha insistido en que él está dispuesto a proteger la captación de clientes, competencia claramente de los taxistas, pero no puede permitir dejar un "pufo" de indemnizaciones de 2.000 millones de euros "que tengan que pagar los madrileños porque haya un chantaje por una parte pequeña del taxi".