La Guardia Civil ha denunciado por una infracción de la Ley de Seguridad Aérea de 2003 a un pasajero que el pasado viernes saltó desde una pasarela a las pistas del aeropuerto de Madrid-Barajas para intentar coger un vuelo de Ryanair a Gran Canaria, según han confirmado fuentes del cuerpo.
El comportamiento de este pasajero, que fue grabado por algunos empleados de la terminal T1 de Barajas con sus teléfonos móviles, ha sido puesto en conocimiento de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), competente para dictar la correspondiente sanción.
Fuentes de Aena han explicado que el pasajero pasó los controles de seguridad pertinentes, pero en un momento dado pensó que iba a perder su vuelo y accionó una alarma contra incendios en una puerta de embarque, lo que provocó la apertura de la misma y le permitió acceder a un finger (pasarela que enlaza la terminal con los aviones).
Una vez atravesado el finger, y según se puede ver en el vídeo grabado por un trabajador, el hombre saltó desde la plataforma hasta la pista y se acercó a un vehículo para preguntar a un empleado de Barajas por su vuelo. El hombre consiguió volver a la terminal y llegar hasta la puerta de embarque de su vuelo, y logró acceder al avión y viajar hasta su destino, Gran Canaria.
Tras conocer los hechos, los agentes de la Guardia Civil de Barajas avisaron a sus compañeros del aeropuerto de Gran Canaria para que este viajero, un ciudadano extranjero, fuera identificado. Las fuentes de la Guardia Civil en Madrid consultadas por Efe no han precisado por qué infracción concreta de la Ley 21/2003 ha sido denunciada esta persona, más allá de insistir que se tramitará por el procedimiento sancionador administrativo.
No obstante, el artículo 48.3.2º de la Ley de Seguridad Aérea califica como "infracción muy grave en relación con el funcionamiento y uso de los aeropuertos de interés general (...) el acceso no autorizado a la zona de operaciones y a las zonas restringidas de los aeropuertos".
La citada ley castiga las infracciones prevista en su articulado con este rango de multas: de 60 hasta 45.000 euros, las leves; de 45.001 a 90.000 euros; y de 90.001 a 225.000 euros, las muy graves.