Labores de recuperación del torreón de alabastro perteneciente a la Catedral de Alcalá | GUARDIA CIVIL
(Actualizado

La Guardia Civil ha conseguido recuperar un importante fragmento que forma parte del sepulcro del Arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo de Acuña. Se trata de un torreón almenado de los cuatro que conforman cada una de las esquinas del sepulcro.

A raíz de la emisión de un programa de televisión, un ciudadano creyó reconocer parte del sepulcro ahora recuperado. Esta persona aportó al Obispado de Alcalá de Henares información sobre la localización exacta de lo que él creía que podía tratarse de una parte del sepulcro. Según su testimonio, la pieza se encontraba en una finca agrícola de la localidad madrileña de Chinchón que es propiedad de la Fundación Montemadrid.

Perdido desde 1936

Tras realizar una primera visita a la finca a finales de agosto, los agentes pudieron identificar sin ninguna duda que el relieve de alabastro era una de las esquinas del sepulcro del Arzobispo Carrillo, que se consideraba perdida o destruida en 1936.

Los agentes se pusieron en contacto con la Fundación Montemadrid, quienes desconocían que ese fragmento se encontrara en una finca de su propiedad. El uso de la finca está cedido a la Comunidad de Madrid como centro de servicios sociales y la asociación que desarrolla su actividad en la finca desconocía el verdadero origen de esta pieza tan singular.

Atribuido al Maestro Sebastián de Toledo, el sepulcro fue realizado entre 1482 y 1489 para la iglesia del Convento de Santa María de Jesús en Alcalá de Henares. Fue trasladado en el siglo XIX a la Iglesia Magistral de Alcalá de Henares y en el año 1936 quedó destrozado en los primeros días de la Guerra Civil. El relieve, ahora en depósito, será integrado en el futuro en el sepulcro, después de que se materialicen los trabajos de restauración.