Hace 100 años cambió la forma de conducir en Madrid
La capital era la única en la que se seguía la norma de circular por la izquierda
Se tuvo que poner límite a la velocidad excesiva: prohibido ir a más de 24 km/h
REDACCIÓN
El tráfico de la capital de España nunca ha sido fácil de gestionar. Ni con pocos ni con muchos coches. Ni antes ni ahora. Desde luego, lo que si ha habido es una constante cesión de espacio del peatón al transporte, algo que se trata de revertir en algunas partes y en algunas ocasiones.
En las primeras décadas del siglo XX hubo que poner aún más orden circulatorio en Madrid del que ya existía en otras partes de España.
La aprobación del Reglamento Estatal de Automóviles había establecido en 1918 la circulación por la derecha de los vehículos en toda España, pero en Madrid se mantenía por la izquierda.
Eso cambió el 10 de abril de 1924. Desde ese día en la capital se pasó a circular por la derecha...y con mucho cuidado. Imaginamos que la norma tardaría su tiempo en ser interiorizada por los conductores y chóferes que hasta ese momento habían seguido el 'sistema británico'.
Si crees que Madrid llegó tarde a la medida para armonizar el sentido de circulación en la Europa continental es que no conoces el caso sueco. Porque Suecia hizo lo mismo que Madrid el 3 de septiembre de 1967. Eso sí, en Suecia cambió de lado todo un país pero nuestra capital lo hizo 43 años antes.
En 1924, Madrid creó la Compañía de Circulación. Representantes de la municipalidad visitaron París y de allí se trajeron la 'porra'. Sí. La porra de los policías municipales tuvo en sus orígenes un elemento de defensa pero también de señalización.
La porra, generalmente de color blanco, sirvió para hacer más visible las indicaciones de los guardias. Si alguna vez te has preguntado de dónde viene la expresión 'el guardia de la porra' esta es la explicación.
Ya el 9 de febrero de 1924 el Gobierno Civil de Madrid había prohibido a los conductores superar los 24 kilómetros por hora mientras transitaran por la capital. Ahí estaban los guardias municipales para hacer cumplir la limitación.
Y es que, a pesar de que en aquel entonces el tráfico era mucho menor que ahora, los accidentes solían ser bastante graves. Imaginen calles en las que no estaban bien diferenciadas aún las aceras y las calzadas, las zonas de tránsito peatonal de las usadas por carruajes tirados por animales y automóviles, personas cruzando por mitad de la vía al haber pocos pasos de peatones y nuevos sentidos de circulación recién impuestos en algunas calles.
Las siguientes medidas 'revolucionarias' para regular el tránsito capitalino llegaron sucesivamente en 1926 y 1928. El primer semáforo de Madrid se colocó en el cruce de las calles Gran Vía y Alcalá en 1926.
Dos años más tarde se avanzó al dotar a la Guardia Municipal de medios móviles que facilitaban el patrullaje y la exigencia de un mínimo de 170 centímetros para los agentes, para incrementar su visibilidad y seguridad.
Por cierto que el requisito de altura mínima para acceder a las policías locales de la Comunidad de Madrid, tanto hombres como mujeres, quedó anulado en septiembre de 2021. Casi un siglo más tarde.