El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha descubierto este lunes una placa en honor del relojero José Rodríguez Losada, quien en 1860 regaló a Madrid el que actualmente es el Reloj de la Puerta del Sol, protagonista de las campanadas de Nochevieja en toda España.
González ha descubierto la placa conmemorativa y supervisará junto al actual relojero, Jesús López-Terrados, el funcionamiento de la maquinaria. La placa es también un reconocimiento a la labor de todos los artesanos que desde el siglo XIX han cuidado y velado por el reloj.
En el acto de homenaje, González ha estado acompañado del consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria; y del delegado de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Corral; así como de López-Terrados.
El relojero leonés construyó este famoso reloj mientras estaba afincado en Londres, y decidió donarlo a la Villa de Madrid. Fue en 1866 cuando se inauguró en lo alto de la Real Casa de Correos.
El histórico reloj conserva su maquinaria original casi al completo y es revisado cada semana por los relojeros de Casa Losada encargados de su cuidado; en los días previos a las campanadas comprueban a diario su estado y precisión.
El reloj cuenta con una maquinaria fácilmente desmontable -ya que cualquiera de sus piezas se pude desarmar por separado sin necesidad de tener que desmontar el reloj- y especialmente precisa que origina que únicamente se retrase cuatro segundos al mes. Esa precisión es en parte debida a la presencia de un gran péndulo de tres metros de longitud que tarda dos segundos en realizar su recorrido.
En la media noche del 31, serán tres maestros (Pedro y Santiago Ortiz y el propio López-Terrados) los que permanecerán en la torre del edificio velando por que todo esté en orden.