(Actualizado

El pequeño Ibai de cuatro años de edad que fue sometido en el Hospital la Paz a un trasplante multiorgánico, ha sido dado de alta este viernes. Ibai se encontraba al borde de la muerte cuando llegó al hospital madrileño y en una única intervención le trasplantaron el hígado, estómago, duodeno, intestino delgado y el páncreas.

El pequeño Ibai, con una mascarilla que le tapaba la boca y destacaba más aún sus grandes ojos, ha salido del hospital madrileño en un carrito de bebé empujado por sus progenitores, que visiblemente emocionados han atendido a los medios de comunicación.

El padre del menor, Javier Uriarte, ha aprovechado para dar las gracias a todos los que les han apoyado, en especial a la "familia portuguesa" que donó los órganos, porque sin ellos "no se hubiera podido hacer nada", así como a los médicos que han atendido a su hijo y a sus vecinos del pueblo vizcaíno de Galdakao y del barrio de Arktxoa.

En dos ocasiones anteriores el pequeño estuvo apunto de recibir el alta médica, pero "la cosa se torció y hasta hoy, cuando los análisis han salido bien y nos han dicho que nos podemos marchar a nuestra tierra", ha añadido.

Javier ha dicho que su hijo está tan contento y tan impaciente por volver a casa que "ni siquiera quería esperar a la ambulancia".

Tanto a él como a su mujer estos cuatro meses les ha cambiado la vida completamente, según reconoce. "Un niño que estaba completamente sano y al cabo de tres días estaba entre la vida y la muerte. Ha sido una aventura terrible de muchos capítulos pero ahora podemos ver la luz al final del túnel", considera.

A las puertas del hospital, el doctor Gerardo Prieto, responsable de la Unidad de Cuidados Intestinales de La Paz, ha explicado que aunque el paciente puede ir a su domicilio, tiene que acudir a revisiones periódicas con cierta frecuencia.

El hospital madrileño lleva efectuados 17 trasplantes de este tipo, por lo que "no es una intervención tan excepcional", ha indicado Prieto.

No obstante, ha agregado, es posible que concurran circunstancias especiales en esta caso como la corta edad del paciente y la brusquedad con la que súbitamente se quedó sin intestinos y sin otros órganos abdominales.

El doctor Manuel López Santamaría, responsable de Trasplante Digestivo de La Paz, por su parte, ha afirmado que cuanto más donaciones de órganos mejor, "pero no hasta el extremo de que sea algo obligatorio", ha opinado. Cuidar la función renal, cuidar las deshidrataciones y evitar las infecciones oportunistas son los principales precauciones que debe seguir el paciente, ha detallado López.

Todo comenzó el 29 de noviembre, cuando Ibai fue operado en el hospital de Cruces de Barakaldo para extirparle un tumor "muy grande" en el abdomen que finalmente resultó ser un embrión gemelo, es decir, un feto parásito que se había enquistado.

Entonces sufrió un "accidente quirúrgico" y quedó en una situación "irreversible e incompatible con la vida", por lo que fue urgentemente trasladado el 3 de diciembre a La Paz.

Los médicos decidieron operarle el día 14 de diciembre ante la "catástrofe abdominal" que presentaba, mientras esperaban la llegada de una donación que "podría no ser inminente".

Los especialistas extirparon las áreas necrosadas y realizaron una derivación de la cola del páncreas al estómago así como de la vía biliar al exterior y una gastrostomía.

En cuanto a que sufra un rechazo de los órganos injertados, el doctor ha reconocido que esto puede producirse "incluso años después del trasplante".

De hecho, Ibai tendrá que tomar una medicación inmunosupresora de por vida.