La Ingobernable quiere abrir una oficina de derechos sociales en el edificio okupado
El edificio del antiguo hostal Cantábrico es propiedad de los hermanos Marcos, Alejandro y Daniel Fernández Luengo, conocidos por su franquicia Marco Aldany
El colectivo social 'La Ingobernable' quiere poner en marcha una oficina de derechos sociales en el edificio que ha okupado en los números 3 y 5 de la calle de la Cruz, donde se situaba el antiguo hostal Cantábrico.
Este edificio, okupado por La Ingobernable el pasado día 2, está abandonado desde hace cinco años y es propiedad de los hermanos Marcos, Alejandro y Daniel Fernández Luengo, conocidos por su franquicia Marco Aldany.
El colectivo fue desalojado el año pasado de un edificio de la calle Bosh, donde no llegó a estar un mes, después de ser desalojados en 2019 del número 30 del paseo del Prado esquina con la calle Gobernador.
El de la calle de la Cruz se trata de un edificio construido en 1980 de casi 3.000 metros cuadrados, con más de 100 habitaciones con baño divididas en cuatro plantas y dispone de comedor, cocina, varias salas y un pequeño patio, unos espacios que La Ingobernable está limpiando, revisando y rehabilitando.
El edificio conserva las escaleras de mosaicos del antiguo hostal, y algunos de sus muebles o electrodomésticos abandonados, aunque muchos en mal estado debido al paso de los años.
Fuentes del colectivo han señalado este sábado a Efe que el nuevo proyecto seguirá el modelo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, abogando por la autoorganización y el apoyo mutuo para afrontar problemas que se enmarcan en siete ejes temáticos: derecho a la vivienda, derecho a la alimentación, derecho a la protesta, precariedad laboral, transfeminismos y disidencias, renta básica y salud comunitaria.
Cada eje tendrá su propio espacio en el edificio y la principal herramienta de la oficina de derechos sociales será la asesoría colectiva, es decir, una asamblea para escuchar el malestar de cada persona y compartir los distintos saberes con los que hacerle frente en común.
El colectivo también ha adecuado los espacios a las normas covid a través de un protocolo que contempla el uso obligatorio de la mascarilla, aforos limitados según el tamaño de las salas, la limpieza y desinfección, la ventilación, el uso de gel hidroalcohólico o la toma de temperatura a la llegada.
El edificio cuenta con electricidad y de momento sólo las dos primeras plantas están abiertas al público ya que las dos últimas aún se están revisando y rehabilitando, aunque fuentes del colectivo han comentado que de momento no se van a utilizar todos los espacios, ya que se irán abriendo según se generen nuevos ejes.
La primera actividad que se va a desarrollar formará parte del eje de salud comunitaria y será un taller bajo el nombre 'Cuidados colectivos y apoyo mutuo en salud mental' que se celebrará el miércoles próximo, día 12, a las 19:00 horas.
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