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Los puntos municipales del Observatorio de Violencia de Género de Madrid han detectado que personas con género masculino que figuran en el sistema como presuntos agresores sexuales han solicitado el cambio registral de sexo con la finalidad de eludir la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Según ha adelantado El Mundo y han confirmado a EFE desde la consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, serían hasta seis los casos en los que los presuntos agresores sexuales han pedido el cambio de sexo, ahora femenino, para tratar de eludir la Ley de Violencia Machista y tratar de acceder al mismo centro donde están atendidas sus víctimas.

La consejera Ana Dávila ha alertado de estos hechos a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en una carta con fecha del pasado lunes 18 y le ha pedido que les indique “la forma de proceder” para que no se ponga en peligro la integridad de las víctimas de violencia y que se evite la discriminación.

En la carta de Dávila a Redondo, a la que ha tenido acceso EFE, la consejera del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso alerta de que “alguna de las víctimas de violencia está siendo atendida en el mismo punto municipal al que pretende acceder su agresor. Una circunstancia que pone en peligro tanto a las víctimas como a los profesionales, y en riesgo el sistema de protección”.

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Por ello, la consejera de Asuntos Sociales le indica a la ministra en el texto que estos casos demuestran que “es evidente que la Ley 4/2023 (para la Igualdad trans y LGTBi) aprobada por su Gobierno no resuelve las cuestiones suscitadas”.

Fuentes de la consejería han indicado que aún no han obtenido respuesta de la ministra de Igualdad.

Según el documento que recoge la información de estos casos, en la Comunidad de Madrid se han detectado en los últimos meses al menos tres casos de presuntos agresores de mujeres que, estando registrados en el sistema de seguimiento VIOGEN, han modificado su sexo en virtud de la nueva Ley trans 4/2023 y han solicitado acceder a un punto de atención a mujeres víctima de violencia.

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Ninguna de las tres peticiones ha tenido que ser atendida por el momento pero estas situaciones están causando estrés y ansiedad en algunas trabajadoras, que temen posibles agresiones.

En concreto, uno de los casos se ha registrado en Madrid capital, otro en Coslada y el tercero se ha registrado en Pozuelo de Alarcón, donde otro presunto agresor ya declarado mujer en su DNI ha solicitado ser atendido en el mismo punto municipal en el que estaba siendo atendida su ex pareja.

Además, según el documento que ha podido ver EFE, estos puntos del sistema Viogén han detectado al menos otros tres casos en el último año en la Mancomunidad de Sierra Oeste.

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En dos de ellos, el presunto agresor cambió de sexo en su DNI, lo que le evitará que la violencia que pueda ejercer en un futuro se sustancie a través de un procedimiento judicial de violencia de género.

En el tercer caso, cuando la mujer agredida por su pareja, un presunto agresor sexual, interpuso la denuncia ante la policía, fue informada de que éste había cambiado ya de sexo registral al femenino, por lo que no podían considerar la denuncia como un caso de violencia de género.

Por último, en Móstoles, Velilla de San Antonio y en la Mancomunidad Intermunicipal del Sudeste (MISECAM), varios varones que han cambiado de sexo registral al femenino están pidiendo información sobre las ayudas a las víctimas de violencia de género.