La Comunidad de Madrid celebró en la Casa de Correos, sede del Gobierno madrileño, un acto conmemorativo del 45 aniversario de la Constitución española con un nuevo formato creado para destacar el papel de las nuevas generaciones, con la intervención de una joven de dieciocho años de la generación de la princesa Leonor.
En este evento institucional intervino en primer lugar Elisa Lapastora, una joven de la misma edad que la Princesa de Asturias. Posteriormente fue el turno del delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, con un discurso limitado de siete minutos que se alargó cuatro minutos más.
A este le siguió la conferenciante y jurista, ex fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, y cerró el acto la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. La celebración contó por último con la actuación musical de Abraham Mateo y finalizó con el himno nacional.
La joven de dieciocho años, edad elegida por representar a la generación de la princesa Leonor, destacó en su discurso que las personas de su edad quieren “celebrar el día de la Constitución”. “Los jóvenes tenemos ilusión y confianza en un futuro que sólo de nosotros depende, de nuestra preparación y de nuestro esfuerzo”, resaltó.
Así, pidió “ser responsables con las ventajas que hemos recibido”. “Debemos cuidarlas y defenderlas", manifestó, e insistió en que “tenemos que ser fieles a la Constitución”. “La Corona, la Constitución y la bandera de España son de todos, nadie se puede apropiar de ellas porque son el símbolo de nuestra historia y de la unidad”, defendió.
Ayuso, en su turno, indicó que este año el tradicional acto de conmemoración de la Constitución tuvo "un nuevo formato para dar participación a los más jóvenes y a personas de reconocido prestigio". De este modo, dio las gracias a Elisa, "una joven de la misma edad que la Princesa de Asturias que nos avisa de la fuerza con la que pisa una nueva generación que nos está mirando y nos pide que se cuente con ella".Por su parte, la jurista Consuelo Madrigal advirtió de que “no se trata de reformar la Constitución, sino de darle cumplimiento”. “De nada sirven sucesivas reformas legislativas sin un compromiso decidido de la política y de cada ciudadano”, añadió.
Madrigal también aprovechó su intervención para hacer un llamamiento a la ciudadanía. “Sólo la ejemplaridad pública puede romper el círculo vicioso entre el interés personal y la influencia partidista, por eso es importante la participación de la ciudadanía”, defendió, por lo que “se necesita una firme exigencia de la ciudadanía”.
Asimismo, instó a transmitir los valores de la Constitución de 1978 “a los más jóvenes, a las siguientes generaciones”, y hacerlo “no como una realidad ya conseguida, sino como ideales valiosos siempre en construcción”.