La Comunidad de Madrid declarará Bien de Interés Cultural la Dehesa de la Villa
En resolución del 3 de octubre, publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid el día 18 de este mes, se resuelve incoar el expediente que llevará a la declaración de BIC
Es el único espacio forestal de Madrid
REDACCIÓN
La Dehesa de la Villa ha iniciado su camino para ser declarada Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid en la categoría de Paisaje Cultural.
En resolución del 3 de octubre, publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid el día 18 de este mes, se resuelve incoar el expediente que llevará a la declaración de BIC.
Es un reconocimiento y una protección a un espacio natural único en Madrid, el único espacio forestal dentro de la almendra central, como reconoce la resolución de la Comunidad. Un bosque en una ciudad de 3.280.782 habitantes (según el censo de 2022).
¿Qué es un BIC?
Se trata de una figura jurídica de protección al patrimonio histórico español. Está regulada por la Ley 16/1985. Pueden ser declarados BIC cualquier objeto mueble o inmueble de interés histórico, artístico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico así como sitios naturales, jardines y parques de valor histórico o antropológico.
La declaración de BIC otorgará una protección especial a la Dehesa de la Villa. Deberá establecerse un plan para preservarla de los daños ocasionados por la afluencia de público, que ha aumentado en los últimos años, y para recuperar su cubierta vegetal de los estragos provocados por la escasez de lluvias y el aumento de temperaturas.
64 hectáreas de bosque
La Dehesa de la Villa se extiende por 64 hectáreas en el distrito de Moncloa-Aravaca. Actualmente es un pinar pero en su origen fue una Dehesa de encinas. Las encinas fueron desapareciendo y, en tiempos de Isabel II se inició la repoblación con pinos. El nombre permaneció.
Su origen se remonta al año 1152. En ese año, el rey Alfonso VI de León donó los terrenos a la villa de Madrid en recompensa por la ayuda prestada durante la Reconquista y porque en los moradores de la Villa “había hallado siempre mayor fidelidad”.
En el siglo XVII bajo los terrenos de la Dehesa se construyó el viaje de agua de Amaniel, también llamado ‘de Palacio’ que suministraba agua al Real Alcázar de Madrid. Como vestigio quedan en pie algunos de los 'capirotes' que marcaban su ruta en la superficie y que aún se pueden ver.
En el año 1929 se levantó la Ciudad Universitaria en terrenos de la Dehesa y mermó su superficie en 320 hectáreas. Otras construcciones posteriores redujeron más su superficie.
Flora y fauna
La vegetación está formada, sobre todo, por pinos piñoneros y carrascos, aunque alguna encina permanece como vestigio de los días en que aún era la ‘Dehesa de Amaniel’, primer nombre que recibió.
También hay acacias, chopos, sauces fresnos, olmos, cipreses eucaliptos, cedros, laureles, así como almendros y ciruelos de Pissard que en primavera se encargan de teñir de rosa y blanco las zonas próximas a la calle Francos Rodríguez. Y arbustos como jaras, romero y retamas.
Paseando entre los árboles, según la temporada del año, es fácil ver, o escuchar, ejemplares de ardilla roja saltando entre los árboles. Entre las ramas campan a sus anchas más de 70 especies de aves, entre ellas, el gorrión, pinzón, verdecillo, carbonero común, mirlo, pito real, petirrojo o autillo.