La Comunidad de Madrid ha estrenado un proyecto piloto en la Residencia pública de Primera Infancia Rosa, ubicada en la capital, de niños de 0 a 3 años, para que sus profesionales participen directamente en el proceso de adaptación de las nuevas familias que vayan a acoger a estos menores en régimen temporal o permanente.
El centro estará siempre apoyado por dos técnicos de la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad, que se encuentran de forma permanente en este recurso para supervisar el periodo de transición y que son los que previamente habrán monitorizado la búsqueda de los nuevos padres de acogida, según ha informado la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales.
La consejera, Ana Dávila, ha visitado este lunes dicho hogar de protección de niños, por el que este año han pasado ya 33, para conocer el nuevo modelo de colaboración entre la residencia, los profesionales del sistema de protección y los padres acogedores, que hará más sencillo este proceso, ya que a partir de ahora se va a intensificar la implicación de los centros en esta tarea.
La Residencia Primera Infancia Rosa es una de las 101 de distinta tipología para menores de diferentes edades que hay en la región.