A pesar de la pureza del entorno y de las aguas, los gestores del Parque Nacional llevan años luchando contra los salvelinos
El 2 de febrero es el Día Mundial de los Humedales. Nos acercamos a uno de los principales entornos naturales de Madrid situado a más de 2.000 metros de altitud
EFE
La Laguna de Peñalara o Laguna Grande, a los pies de la montaña del mismo nombre y techo de la Comunidad de Madrid, cuenta con una fauna microscópica muy particular y ahora lucha contra una especie de pez invasor.
Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales y esta lámina de agua encajada entre los restos de un glaciar. Es un ejemplo de casi milagrosa preservación. En España hasta el 70 % de las zonas húmedas han desaparecido y sin embargo aquí se mantiene un espacio acuático en buen estado.
Todo a pesar de ser relativamente accesible desde el Puerto de Cotos a través de un camino casi horizontal que en menos de una hora desemboca en las proximidades de la laguna.
Diego Sanjuanbenito, director del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, asegura que "el agua de este humedal es muy pura, prácticamente no transmite corriente eléctrica porque no tiene casi sales, y entonces hay una fauna microscópica muy específica vinculada a este tipo de fauna de alta montaña”.
Sin embargo, este ecosistema no está exento de amenazas, según Sanjuanbenito, que cita, por ejemplo, el caso de los salvelinos, unos peces de pesca que se introdujeron en los años setenta y que ahora son peces invasores contra los que los gestores del Parque Nacional llevan años luchando.
La Laguna de Peñalara es en realidad un complejo lagunar. Un auténtico humedal de alta montaña en el que los ciclos estacionales hace aflorar, menguar o desaparecer diversas extensiones de aguas. Así encontramos la Laguna Chica, la de los Pájaros, la de Claveles, la de la Mariposa, la del Operante, la charca de la Ardilla o incluso lo que llaman las Cinco Lagunas, topónimo idéntico al del humedal de la Sierra de Gredos.