La crónica negra de Madrid en 2022

La violencia creciente de las bandas en Madrid se ha cobrado este 2022 cinco vidas. Siendo este un motivo de alarma, resulta también sorprendente la resolución, diecinueve años después, del caso de Juana Canal.

Así mismo, la misteriosa desaparición de la psicóloga madrileña Sandra Bermejo, entra en este resumen de algunos de los sucesos más repercusión han tenido en este año 2022.

Juana Canal: no hay crimen perfecto

El asesino de Juana, su expareja Jesús P.H., había rehecho su vida (nueva mujer y cuatro hijos) a costa de acabar con otra. Pensaba que ya nadie le descubriría.

En 2003, durante una discusión, mató de un golpe en la cabeza a Juana Canal, en su vivienda del distrito madrileño de Ciudad Lineal. Luego descuartizó el cuerpo en la bañera y enterró los restos en una finca de Navalacruz (Ávila).

Antes de irse de la casa, escribió una nota dirigida al hijo de Juana para comunicarle que su madre se había ido tras una discusión y haber tomado pastillas.

En 2019 un senderista encontró un fémur y un cráneo. El ADN se correspondía con Juana Canal. Hasta 2022 no se informó a la familia del resultado de los análisis. A partir de entonces comenzó el cerco a Jesús que acabó confesando la autoría del crimen.

¿Dónde está Sandra Bermejo?

El 8 de noviembre, cerca del Cabo Peñas, en Asturias, se pierde la pista de la psicóloga madrileña Sandra Bermejo, de 32 años.

La terapeuta quiso afincarse en Gijón y allí trabajaba desde hacía dos años en una clínica.

Todas las hipótesis siguen abiertas, desde el suicidio hasta que su desaparición tenga que ver con el ritual de la Luna de Sangre, que precisamente se hace el 8 de noviembre.

Su coche, aparcado en el Cabo Peñas; la geolocalización de su móvil en esa zona y la reciente aparición de una camisa que podría pertenecer a Sandra, son elementos claves de la investigación que lleva a cabo la Policía Nacional.

Los investigadores ven como hipótesis principal la "desaparición voluntaria" de la joven, algo que no convence a los familiares.

El conde asesino y suicida

Fernando González de Castejón, conde de Atarés y marqués de Perijá, vivía en la calle Serrano de Madrid. Sus vecinos estaban acostumbrados a verle disparar a objetos en el patio interior de su edificio con una escopeta de perdigones.

Pero el 20 de junio sus dianas fueron su pareja y una amiga de esta, a las que disparó con un arma corta, la misma con la que luego se quitó la vida y una de las que tenía expuestas en el altar con simbología fascista que coronaba el salón de su piso.

Ya contaba en su historial con episodios de violencia e, incluso, había sido denunciado por maltratar a su madre y a su hermana. Gema, la pareja a la que asesinó, quería dejarle. Su amiga, a la que el conde también mató, había acudido ese 20 de junio a ayudarla a recoger sus cosas.

¿Muerte natural o envenenada?

Los hechos no han ocurrido en 2022, pero sí se han conocido este año. María Isabel Suárez, de 85 años, vivía en la localidad asturiana de Grado cuando su sobrina Arancha decidió llevarla a Madrid en marzo de 2021, una decisión que no compartían algunos familiares.

El 28 de junio de ese año tuvo lugar su muerte, aparentemente por causas naturales, en el domicilio de Rivas Vaciamadrid (Madrid) donde vivían Arancha y su pareja, el actor Luis Lorenzo.

El hermano de la anciana sospechaba que la muerte no había sido natural y lo denunció a la Guardia Civil, que investigó durante un año a la pareja por un posible envenenamiento de la octogenaria con el objetivo de quedarse con su herencia.

La instrucción de caso sigue su curso, sin que aún no se haya constatado si la anciana fue envenenada, ya que los altos niveles de cadmio que presentaba podrían deberse no a una ingesta masiva, sino a una distribución natural por el cuerpo tras la muerte, según la defensa.

La pareja sigue defendiendo su inocencia y cree que la investigación está llena de irregularidades.

Del machete a la pistola

La última víctima de las bandas juveniles en Madrid ha sido un joven de 15 años, un Trinitario al que sus rivales, los Dominican Dont'Play, habían "marcado". Fue asesinado a primeros de diciembre y a bocajarro en el barrio de Villaverde.

Su asesinato fue el quinto confirmado del negro listado de las bandas en este año. Grupos formados por chavales cada vez más jóvenes, con los que colaboran chicas también cada vez más jóvenes y que están dando un paso más en su violencia, como ha constatado la muerte a balazos de William.

Aunque más centrados en Madrid, su sombra se alarga ya a municipios de la periferia y de las provincias limítrofes, como Toledo o Guadalajara.

Un caso resuelto por una etiqueta

La Policía Nacional consiguió dar con los nueve implicados en la muerte de un hombre al que asaltaron en su casa para robarle la caja fuerte.

Los agentes localizaron una etiqueta en el escenario del crimen procedente de un comercio donde los presuntos autores adquirieron guantes de látex y cinta americana empleados en los hechos.

La Policía publicó en sus redes sociales la foto de la etiqueta y a raíz de ello se recibieron muchas respuestas que facilitaron las labores de investigación.

Los hechos ocurrieron el 28 de noviembre de 2021, cuando los agentes fueron alertados por familiares y amigos de la víctima ante la ausencia de noticias suyas.

Efectivos de seguridad ciudadana acudieron a su domicilio en calle Sierra Toledana, en el distrito de Puente de Vallecas, y allí tras forzar la puerta hallaron el cadáver y la etiqueta que les condujo hasta dar con un bazar de Parla, dos familiares del finado y otras 7 personas implicadas.

El padre asesino de Móstoles

Ocurrió este 6 de noviembre. Un hombre de 39 años, de nacionalidad búlgara, mató de varias puñaladas a su pareja de 29 años y a la hija de ambos, de 6 años.

Después trató de quitarse la vida. El agresor ya había anunciado a varios conocidos que tenía intención de suicidarse tras agredir a su mujer y a su hija.

Cuando acudieron a la casa nadie abrió la puerta. Alertada la Policía, consiguió acceder hallando en el pasillo los cadáveres de la mujer y la hija y al hombre herido en otra habitación.

La mujer tenía heridas de arma blanca en el cuello y el pecho. La niña también presentaba varias puñaladas. La mujer no había denunciado nunca a su pareja por malos tratos.

A la segunda...otro cadáver

El 22 de noviembre la Policía hallaba muerto, ahorcado, a un hombre de 53 años. Hasta aquí una parte la historia. La otra comienza en Alcalá con la denuncia de desaparición de una joven de 20 años, Milena Sánchez Castro.

En un primer momento, los agentes que encontraron el cuerpo del hombre no localizaron el de la joven, ni lo relacionaron con su desaparición, pero tras un nuevo registro se halló el cadáver en una habitación cerrada con candado en la vivienda de la calle Fray Luis de León.

La Policía aclaró que tras encontrar el hombre ahorcado en su domicilio "no existían sospechas" de que se hubiera producido un crimen. Tras varias pesquisas vincularon al suicida con la desaparición de la joven alcalaína.

La principal hipótesis que maneja la Policía es que el hombre la asesinara y posteriormente se quitara la vida.

Mujer contra mujer

El 15 de julio por la tarde se inició una discusión en una vivienda del barrio de La Latina que acabó con cinco puñaladas en el abdomen y el tórax de una mujer de 31 años. La autora, otra mujer de 37 años, era su pareja.

El cadáver se halló a las cinco de la tarde pero la gran cantidad de sangre vertida, hizo sospechar a los investigadores que el crimen se podría haber perpetrado unas horas antes.

Ante los indicios y pesquisas de los investigadores tras una primera entrevista con su pareja, la Policía la detuvo como presunta responsable de un delito de homicidio.

Muerte a martillazos en Carabanchel

Los ruidos pueden acabar con la paciencia de cualquiera...y con su vida. El 20 de abril una mujer de 56 años mató a otra de 84. Ambas eran vecinas. Y ambas acabaron mal.

La más joven, harta de los ruidos, según dejó anotado, golpeó con un martillo a la anciana. Posteriormente se arrojó por la ventana de un sexto piso.

Los bomberos acudieron para acceder a la casa de la precipitada sobre la calle Ronda de Don Bosco, en Carabanchel. En su domicilio la Policía encontró un diario en el que la asesina hacía anotaciones sobre la inquina que le tenía a su vecina.

Cuando los agentes comenzaron a inspeccionar el bloque encontraron a la vecina octogenaria sobre un gran charco de sangre.

Asesinada al fallar la protección

Lobna estaba a punto de acudir al juzgado para poner fin a su relación con el que había sido su marido y maltratador durante 14 años. Pero la muerte se anticipó al divorcio. A pesar de la orden de distanciamiento, su expareja vivía a solo 400 metros, en la casa de un familiar.

El 3 de marzo, en Pozuelo de Alarcón, Lobna era asesinada por su expareja. Luego él se quitó la vida.

Tampoco jugó a favor de Lobna el que en la orden de protección su situación hubiera sido calificada de 'riesgo bajo'.

Fallaron los protocolos de vigilancia y seguridad de la Policía Municipal de Pozuelo, dentro del programa de protección VioGen. Así lo confirmó la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.