La esquila de las ovejas en la Sierra de Guadarrama, fiesta y oficio en peligro
Un grupo de trabajadores uruguayos y argentinos llegados desde León se han encargado de cortar el vellón
Este rebaño de más de 1.000 cabezas de ganado trashumante mantiene vivas actividades ancestrales
P.O.
Esta semana la asociación Trashumancia y Naturaleza ha procedido a la esquila de su rebaño de 1.100 ovejas merinas en su majada de la Sierra de Guadarrama en Madrid. Es una cita esperada, la esquila marca, como si de un ritual se tratara, el inicio de una nueva temporada de movimiento hacia los pastos de verano.
Este es el rebaño del Concejo de la Mesta, conocido por ser uno de los protagonistas de la Fiesta de la Trashumancia que atraviesa el centro de Madrid. Un acto en el que se pagan los maravedíes por el uso secular de las dehesas y también da a conocer toda la riqueza, industrias y empleo que genera la ganadería sostenible del ovino.
La esquila es una labor que implica mucha preparación y cuidado, pues se trata de 'quitarle un peso de encima' a la oveja, pero su lana es un bien apreciado y delicado. Y en ella participan muchas personas como explica Concha Salguero, coordinadora de proyectos internacionales de Trashumancia y Naturaleza.
Recolectar la lana es sólo una tarea que sigue con el sorteo o clasificación de la calidad, luego vendrá el transporte, el lavado, el cardado, el hilado de la lana y la posterior confección de artículos.
Dos minutos por oveja
Eso es lo que suelen tardar los esquiladores profesionales en esquilar a máquina, ya no se suele hacer a tijera, lo que reduce la posibilidad de cortes y se consigue extraer el vellón de una sola pieza.
La asociación cuenta desde hace varias campañas con la empresa Esquiladores Montaña de León para esquilar su rebaño. Esta empresa, creada en 2009 por dos ganaderos leoneses, cuenta actualmente con varios trabajadores en plantilla y contrata a cuadrillas argentinas y uruguayas: llegan a esquilar hasta un millón de ovejas por campaña.
La falta de relevo generacional en España, cuenta Salguero, hace imprescindible la búsqueda de mano de obra exterior, que en muchas ocasiones proviene de países quemantienen la tradición como Argentina o Uruguay.
“España es un país muy necesitado de esquiladores y, al mismo tiempo, uno de los países de la UE que más fondos recibe para formación”, comenta la coordinadora. “Resulta sorprendente que estos fondos no se hayan utilizado para establecer un programa para formar a jóvenes”, asevera.
De Madrid a Portugal...o no
La lana se debe lavar para eliminar las impurezas y su propia grasa natural. La pérdida de lavaderos de lana en España ha sido casi total. “Hasta hace unos años laenviábamos a lavar a Béjar (Salamanca) pero, tras el cierre del lavadero lahemos tenido que mandar a Tabares (Portugal)”, explica Salguero.
La iniciativa de Wooldreamers en Mota del Cuervo (Cuenca) trata de recuperar esta actividad tradicional en España y allí llevarán este año la lana del Guadarrama.
Este año también servirá para comenzar un proyecto de venta de patucos debebé que involucra a varias empresas y asociaciones empeñadas en usar y contar los beneficios de la lana como materia prima renovable y biodegradable.
Científicos de la Universidad de Granada, han comprobado, según Trashumancia y Naturaleza, la cantidad de sustancias plásticas utilizadas en la fabricación de calcetines de bebés por la industria textil y que pueden derivar en consecuencias nefastas para la salud.