La historia romana de Alcalá de Henares se desentierra en Complutum

La historia de Alcalá de Henares comenzó mucho antes de que el Siglo de Oro llegara a sus calles atraído por su Universidad pues la ciudad natal del escritor más reconocido en el mundo, Miguel de Cervantes, tuvo sus inicios cientos de años antes, en Complutum.

A pesar de que hay constancia de que la zona estuvo habitada desde el Neolítico, no sería hasta la llegada de los romanos cuando se desarrolló la antigua ciudad de Complutum, de la que los habitantes de Alcalá mantienen el gentilicio de complutenses.

Sebastián Rascón, jefe del Servicio de Arqueología Municipal de Alcalá, ubica varios importantes asentamientos en la comarca del Henares en torno al comienzo de la Edad de Bronce. Complutum llegaría siglos después tras la conquista los romanos. “Les interesaba tener una estructura de control administrativo en el centro de la Península”, apunta el experto.

Así nació Complutum, pero no solo la ciudad, sino el territorio que se controlaría desde este núcleo gubernativo en el que también se impartía justicia. “Complutum abarcaría la mitad de la actual Comunidad de Madrid y buena parte de la provincia de Guadalajara”, especifica Rascón.

Sus restos los podemos ver hoy gracias al trabajo desempeñado conjuntamente por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Alcalá al crear un parque arqueológico abierto al público.

UNA CIUDAD CERCANA AL AGUA

Con un núcleo principal, Complutum también estuvo formada por diferentes suburbios y una acrópolis próxima al cerro de San Juan. De esta forma, la ciudad romana albergó edificios relevantes, pero su desarrollo también llegó sobre todo a la llanura, una zona más cómoda para la vida diaria.

La elección del lugar tampoco fue casual. Entre los motivos para que los romanos decidieran asentarse en estas tierras estaban los estratégicos y ambientales, como el flujo comercial y el acceso a diferentes vías de comunicación.

También fue importante el río Henares y la disponibilidad de aguas subterráneas, lo que les evitó construir acueductos.

“Una particularidad de Complutum es que tiene un “revival”, unas restauraciones y rehabilitaciones muy importantes en una época ya avanzada, en torno al siglo III d. C. Desde entonces, la ciudad adquirió importancia hasta el siglo V”, agrega Rascón.

Esta mejora de la ciudad se puede apreciar en las infraestructuras públicas como el pavimento de las calles y los edificios de uso común.

EL PRIMER GRAN EDIFICIO DEDICADO AL GOBIERNO

Las termas públicas que estuvieron presentes hasta el siglo III desaparecieron con dicha reforma, agrandando la basílica civil colindante. “Eso nos dice que se fomentó el aspecto administrativo de la ciudad”, incide el arqueólogo.

Se trató del primer gran edificio dedicado al gobierno y la administración, una cámara democrática que, salvando las distancias, se podría comparar con un parlamento actual.

En Complutum también se han llevado a cabo importantes trabajos de recuperación del foro romano y las llamadas casa de Hippolytus y Casa de los Grifos. Según el arqueólogo, esta vivienda adquiere gran relevancia al ser uno de los lugares de España en los que mejor se ha podido desarrollar un trabajo de recuperación de pinturas murales romanas en una vivienda privada.

A estas también llegó la rehabilitación del siglo III, entre las que destacan algunas consideradas auténticos palacios con importantes mosaicos en su interior. “Eso está relacionado con la prosperidad de la ciudad y con querer seguir viviendo bajo los parámetros romanos tradicionales”, incide Rascón.

LAS PRIMERAS INVESTIGACIONES, PERDIDAS

En el siglo XVI ya existe labor arqueológica en el lugar, “que llevan a cabo eruditos y coleccionistas anticuarios, es algo muy diferente a lo actual”, describe el experto.

Llegado el siglo XIX, algunos de los materiales recuperados e inventariados se exhiben en el Palacio Arzobispal de Alcalá, aunque la mayor parte de la documentación se perdió por el incendio que sufrió ese inmueble después de la Guerra Civil.

“Todo lo recuperado desde el siglo XVI se perdió, no queda nada, solo aquello excavado por particulares que guardaban los restos en sus colecciones privadas o los vendían”, continúa explicando el especialista.En las épocas más recientes, el redescubrimiento de Complutum fue más traumático debido a la explosión urbanística de Alcalá en torno a la década de 1960.

“La expansión afectó sensiblemente al yacimiento y este hecho desgraciado es el motivo por el que ya en los años 80 se dé un mayor interés por reivindicar su arqueología”, enfatiza.

OBJETIVO: UN CENTRO DE INTERPRETACIÓN

El Ayuntamiento se fue haciendo con los terrenos en aquellos años para asegurar el desarrollo del yacimiento, y llegó la declaración Bien de Interés Cultural (BIC) en 1992. “Antes habían tomado relevancia las escuelas taller, los programas de formación y empleo para la recuperación del patrimonio arqueológico de la ciudad”, apunta el propio Rascón.

Él mismo echa la mirada atrás y consigue ver que esa zona, hace apenas unas décadas, era un espacio suburbano “terriblemente deprimido con gravísimos problemas de segregación y que básicamente se utilizaba para cambiarle el aceite a los coches”. Incluso llegó a haber un poblado chabolista instalado durante unos años en la superficie del actual yacimiento.

Por ese motivo, se realizó un esfuerzo para que el yacimiento quedara integrado de forma racional en la ciudad y aportara al barrio mayor calidad de vida.

El año que viene se cumplirán los 25 años desde la apertura de la casa de Hippolytus, primer enclave de Complutum abierto a los visitantes y primer yacimiento visitable de la Comunidad de Madrid. Ahora trabajan para que el ansiado centro de interpretación sea una realidad y pronto pueda abrir sus puertas al público.