La mujer de 56 años que presuntamente mató el pasado lunes a su vecina de 84 en el barrio madrileño de Carabanchel usó un martillo para el crimen antes de suicidarse y en su casa tenía un diario en el que anotaba lo que le molestaba de su víctima.
Según han informado a Efe fuentes próximas a la investigación, los primeros datos de la autopsia revelan que la octogenaria murió por las lesiones causadas por un martillo que se encontró en la casa de la supuesta homicida y no por un arma blanca, como se indicó durante las horas posteriores a los hechos.
En este mismo domicilio, al que en un primer momento accedieron los bomberos haciendo uso de una escala, la Policía encontró un diario en el que la presunta asesina, que padecía trastornos psiquiátricos, hacía anotaciones sobre la inquina que le tenía a su vecina.
Tras hallar el cuerpo precipitado a las 13:20 horas frente a su portal en la calle Ronda de Don Bosco del barrio de Carabanchel, los agentes comenzaron a inspeccionar el bloque empezando por la sexta planta, donde ambas mujeres vivían puerta con puerta.
Fue en el rellano de este piso donde sorpresivamente encontraron a la vecina octogenaria sobre un gran charco de sangre.
Al igual que con la presunta homicida, los sanitarios de Samur-Protección Civil no pudieron hacer nada para salvar su vida.
El primer aviso del suceso a Emergencias Madrid dio propia dueña de una autoescuela ubicada a dos números de este portal, donde se estaban impartiendo clases de conducción en el momento de los hechos.
Ahora, el Grupo VI de Homicidios de Madrid estudia las pruebas recabadas y los testimonios recogidos para esclarecer el crimen por completo.