La población de cigüeña negra, en peligro de extinción, se ha duplicado en Madrid
Los programas de recuperación y la implicación ciudadana, claves de esta mejora
En 2018 solo se tenía constancia de la anidación de tres parejas de este ave
REDACCIÓN / AGENCIAS
La presencia de parejas de cigüeña negra se ha incrementado gracias a los trabajos de recuperación de esta especie en peligro de extinción realizados por la Comunidad de Madrid y a la colaboración ciudadana.
El Gobierno regional desarrolla desde 2020 un programa de recuperación y conservación de la cigüeña negra (Ciconia nigra), una especie en peligro de extinción con una población que había descendido alarmantemente en la región, especialmente en su proceso de nidificación, con tan solo tres parejas registradas en 2018.
Amenazas en Madrid
La población madrileña es de las más amenazadas de toda España, a causa de las infraestructuras, la presión urbanística, el intenso uso recreativo del medio natural en una región con muy alta densidad de población, así como de vías de comunicación que penetran, fragmentan o circundan su hábitat.
Es un ave muy sensible a las molestias humanas y, además, muchas actividades forestales se realizan durante el periodo de reproducción, como la limpieza del monte en primavera, una de las causas más habituales de fracaso reproductivo.
También les afecta la colisión y electrocución con tendidos eléctricos o con vallados.
Quince nuevos cigoñinos
Conscientes de estos problemas, desde la Consejería se iniciaron actuaciones para asegurar su conservación que han logrado incrementar las parejas reproductoras; de este modo, en 2021 se han censado siete parejas que han sacado adelante quince jóvenes cigoñinos que finalmente abandonaron la Comunidad de Madrid y volaron hacia África.
Actualmente y durante la época de reproducción, la especie está presente en todas las grandes cuencas fluviales de la región, con una preferencia mayoritaria por el suroeste de la región, en la ZEPA 'Encinares de los ríos Alberche y Cofio', donde nidifican casi exclusivamente sobre los árboles.
De los siete territorios donde criaron en 2021, a mediados de abril de 2022 han regresado los dos miembros de la pareja en cinco territorios y en otro solamente se ha visto a uno de los miembros.
Los trabajos que han realizado los técnicos de la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales se han completado con las investigaciones de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y observaciones de la asociación internacional Bird Watching.
El destrozo de 'Filomena'
Los daños ocasionados por la borrasca Filomena en las plataformas fueron significativos en 2021, por lo que fue necesario apuntalar algunos nidos para que en la estación reproductora volvieran a ser útiles.
Finalizada la temporada reproductora y una vez que las cigüeñas se marcharon a sus cuarteles de invierno, fue preciso proteger las plataformas de nidificación para la nueva temporada.
Uno de los problemas que se encuentran las cigüeñas al volver a sus lugares de reproducción es la ocupación de los nidos por otras especies que se reproducen antes, en especial buitres leonados y búhos reales.
Se ha evitado su uso con unos grandes conos metálicos. La colocación la han llevado a cabo Agentes Forestales del grupo de Trabajo en Altura.
Comida cerca de los nidos
Para facilitar la obtención de alimento se ha puesto en marcha un programa de alimentación suplementaria que ha consistido en liberar tencas de 11 centímetros de longitud en zonas adecuadas, cercanas a los nidos, donde los padres pudiesen cogerlas con facilidad para transportarlas hasta sus pollos.
El año pasado se liberaron 2.000 tencas, procedentes de piscifactoría, en cuatro charcas de cinco fincas privadas donde hay nidos o son zonas de alimentación y paso.
También se ha actuado en dos propiedades privadas con nidos históricos y con presencia habitual de cigüeñas, creándose dos pequeñas charcas con poca profundidad para que puedan alimentarse con anfibios (que las colonizarán rápidamente) o con los peces aportados.